Alicante

Uno de los mejores deportistas alicantinos no sale en las portadas a pesar de ser campeón nacional y estar en el top mundial. Quizá Ángel López no sea famoso porque se dedica a hacer algo que para los demás es tedioso o aburrido como lo es subir escaleras.

El corredor de Altea ha sido recibido en el Ayuntamiento de la localidad alicantina tras proclamarse campeón absoluto del Circuito Nacional de carrera vertical. Fue el pasado 7 de octubre después de cinco pruebas en las que tuvo que subir cientos de escalones y decenas de pisos en tiempo récord.

López, panadero de profesión, entrena una hora al día en dos rascacielos de Benidorm, de 23 y 40 plantas, y en el casco antiguo de Altea para rendir al máximo en estas competiciones, caracterizadas por ser muy explosivas.

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El alteano se ha proclamado vencedor de la competición más importante en España. El primer desafío, como explica el corredor, "fue la subida al Gran Hotel Bali de Benidorm, una de las más importantes del circuito porque era prueba de la Copa del Mundo Towerrunning".

Allí, cerca de casa, consiguió la sexta posición, siendo el primer español entre deportistas nacionales e internacionales. "Eran 952 escalones y asistieron los mejores corredores del mundo", recuerda López. El alicantino señala con orgullo su marca de aquel día: "4 minutos y 52 segundos" compitiendo contra reloj con atletas de "Malasia, Estados Unidos o Japón", señala.

Los siguientes desafíos le llevarían a Madrid, donde subió los 55 pisos y más de 1.300 escalones de la Torre Emperador en 7 minutos y tres segundos, y a escalar la vertical del funicular de Montserrat.

Este reto al aire libre que se disputa en Barcelona tiene 2.180 escalones y es "una de las más duras de España", asegura el deportista, quien lo finalizó en poco más de 12 minutos y medio. Por último, tuvo que escalar "900 metros y 16 escalones de la Torre Garena situada en Alcalá de Henares".

El Mundial

Uno de los objetivos de Ángel López es poder ir al Mundial de esta modalidad, algo que no ha hecho por el gran desembolso que conlleva. "La verdad que sí que me quiero presentar, pero económicamente no llego", lamenta.

"Es un deporte muy poco conocido aquí en España, pero fuera sí lo es y todos los premios son económicos. Hay mucha más gente de fuera que profesionalmente ya se dedican a subir rascacielos", sentencia el alteano, quien solo recibió un trofeo por salir campeón.

En el Gran Hotel Bali se quedó a 11 segundos de los tres mejores del mundo, un edificio que reunió a los más importantes corredores, lo que lo convertía en un mini mundial en el que el español llegó al top tres. Este deporte de nicho tiene sus peculiaridades. "Como digo yo, el día que te levantas y tienes buenas sensaciones o arrasas o te quedas, al ser unas carreras tan explosivas con un único fallo pierdes".

Despertándose a las 4 de la mañana para trabajar y después poder entrenar, López aún mantiene la ilusión por subir escaleras desde hace diez años. "Toda mi vida he hecho deporte, hice bicicleta de montaña y luego empecé a correr, y se me dio bastante bien", indica. Así, se decidió por esta modalidad tras apuntarse con un amigo a una subida al Puig Campana y ganar en categoría juvenil.

Próximos objetivos

Una vez conquistado España, López sueña con poder viajar a competir fuera del territorio nacional y ponerse a prueba. "Finalmente, poco a poco ya se está conociendo esta modalidad a falta de una federación, porque no hay premios en metálico", manifiesta el panadero de profesión, que espera poder representar al país en competiciones internacionales.

Entre los edificios más emblemáticos a los que desea subir están "la Torre Eiffel y el Empire State Building". "Lo más seguro es que pueda asistir a París en 2024, porque este año el Ayuntamiento de Altea me va a apoyar", revela ilusionado el deportista, que cada día está un escalón más cerca de alcanzar sus metas.