No es fácil cerrar debates en un club como el Hércules, cuya naturaleza autodestructiva suele devorarlo todo. Carlos Abad (Puerto de la Cruz, 1995), sin embargo, ha conseguido darle estabilidad a una posición tan sensible como la portería. El guardameta tinerfeño se ha convertido en año y medio en uno de los mayores valores del equipo y uno de los componentes de la plantilla más valorados y respetados por la hinchada.
El guardameta analiza para EL ESPAÑOL de Alicante el presente y futuro del Hércules, con el que espera celebrar el ascenso. "La camiseta del Hércules pesa y te obliga siempre a ir a por más", afirma.
Pregunta (P): ¿Cómo está el equipo tras la derrota ante el Penya Independent?
Respuesta (R): Bien. Fue un palo duro que nadie se esperaba, pero son cosas que pueden pasar en un equipo nuevo. Es complicado mantener estabilidad y regularidad durante toda una temporada. A pesar del traspié la dinámica es buena. Estamos vivos y en medio de la batalla. Hemos demostrado resiliencia, que somos capaces de lo mejor y aún estamos a tiempo de todo.
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P: ¿Qué ha pasado en este mes y medio para haber perdido cuatro de los últimos seis partidos?
R: Estamos en un grupo muy competitivo. Todos los equipos se juegan mucho y no somos los únicos que han pinchado ante equipos de abajo. No nos podemos relajar contra nadie. Hay que tener regularidad porque ninguno de los rivales directos lo va a ganar todo.
P: ¿Cómo se explica que un equipo que pretende ser campeón se deje sorprender por dos colistas en su propio campo y en el descuento? Esos dos puntos sabían a poco, pero pueden ser vitales al final del curso.
R: Lo hemos comentado mucho en el vestuario. No sabemos empatar y eso es algo que conlleva llevar la camiseta del Hércules. La obligación de ganar, y más en casa, te lleva a ir siempre a por más. Hay veces en las que hay que saber jugar con lo que tienes. Esta experiencia nos tiene que servir para el final de la Liga o un playoff.
P: Lleva año y medio en Alicante, pero se le ve muy implicado con el proyecto, el club y la ciudad. Parece un herculano de cuna.
R: Por mi forma de ser y mis valores, cuando me comprometo con algo voy con todo. Me implico lo máximo a nivel individual y colectivo. Después de lo vivido el año pasado, recibí mucho cariño y eso hace que te involucres más. Soy una persona cercana y sólo me sale agradecimiento a los aficionados por cómo nos arropan en las buenas y en las malas. He vivido momentos malos en el fútbol y sé valorar lo que es tener el apoyo de la gente.
P: Su carrera profesional está repleta de equipos. Ahora que está en su plena madurez, ¿se ve echando raíces en Alicante?
R: Hace tiempo que no pienso a largo plazo. Estoy a gusto aquí y ahora y ojalá llegue con el Hércules a Primera dentro de cinco, seis o siete años y todo sea muy bonito, pero no suele ser así. Lo cierto es que aquí he encontrado estabilidad a nivel personal y deportivo y eso me permite trabajar bien.
P: Desde su llegada a Alicante juegan Carlos Abad y diez más… No hay debate.
R: Creo que me lo he ganado. De todas las personas, la que más exige siempre a Carlos Abad soy yo mismo. Eso es algo de lo que pequé demasiado en el pasado. A día de hoy soy más consciente y sé identificar las situaciones. Sé cuándo lo hago bien y cuándo no.
P: ¿Es de los que se martiriza por recibir un gol o logra pasar página?
R: Soy de los que piensa que siempre se puede hacer más para evitar un gol. Valoro mi actuación personal, pero siempre teniendo en cuenta que lo importante es el colectivo.
P: Tras las últimas derrotas, el entrenador, Rubén Torrecilla, responsabilizó a los jugadores, a los que acusó de falta de concentración. ¿Cómo cae en el vestuario esa acusación?
R: Al míster hay que conocerlo. Es una persona directa y clara. Es verdad que exige mucho, pero también sientes su cariño. Lo mismo que dice fuera nos lo dice a nosotros. Sabe tener mano derecha, pero también izquierda.
P: Usted ya pasó por otros grandes clubes en horas bajas, como Tenerife, Deportivo de La Coruña, Córdoba… ¿El Hércules es lo que esperaba?
R: Tengo la sensación que desde fuera se ignora la verdadera dimensión del Hércules. La masa social que mueve este club en la cuarta categoría es una locura. Meter más de 8.000 espectadores no lo hacen ni equipos de Segunda. Es algo absurdo, la gente está muy loca con el equipo y se ve en los partidos de casa y en los viajes.
P: Y eso de que el escudo del Hércules pesa. ¿Es verdad o un mito?
R: Sí que pesa. Y se nota. Cada semana juegas ante un rival que quiere hacer el partido del año ante nosotros. Pesa, pero es algo que asumes por jugar en este club y que no deja de ser una ventaja para saber lo que te espera. Si las cosas van bien, disfrutas mucho, pero si van mal hay que aguantar y apretar. Yo intento inculcar eso a la plantilla.
P: Este año han logrado que ni las derrotas rompan la comunión con la grada.
R: La gente es consciente de que lo damos todo en el campo y que tenemos días mejores y peores.
P:¿Le han contado ya lo que puede ser un ascenso en Alicante?
R: Sé que puede ser una locura. Me imagino mucho ese momento, cuando el árbitro pita el final, estar en Luceros… Se puede llamar visualizar, pero también soñar despierto. Pensar mucho atrae las cosas. Y yo pienso mucho en el ascenso. Soy de los que piensa que un ascenso hay que celebrarlo siempre. Como ganar cualquier partido, porque esos tres puntos nos acercan al objetivo. El éxito hay que celebrarlo, porque es fruto del trabajo y el esfuerzo.
P: Torrecilla alerta siempre de lo mal que le sientan al Hércules los campos sintéticos. Y este domingo toca el del Cerdanyola. ¿Usted también se estresa más de lo habitual en este tipo de superficies?
R: Vives los partidos con más tensión porque el juego es más rápido, la pelota siempre está cerca del área y hay que vigilar el bote del balón. El problema de los campos artificiales es que no hay dos iguales y siempre tienes que adaptarte a algo distinto.
P: Antes deslizó la opción del playoff como un posible escenario futuro. ¿Hay que comenzar a hacerse a la idea de que el ascenso puede pasar por ahí?
R: Estamos centrados al 100% en el campeonato y el ascenso directo. Vamos a por el primer puesto y si no nos da, ya valoraremos el playoff. Sé que la gente está negativa por la experiencia pasada, pero que no saliera bien entonces no quiere decir que no pueda ir bien ahora. Yo lo veo como otra posibilidad de cumplir el objetivo.