Y el globo explotó. La catastrófica temporada deportiva de La Nucía, que firmó su descenso a Tercera hace ya algunas semanas, ocultaba una situación económica crítica, tal y como ha confirmado la plantilla a través de un comunicado que ha hecho público a través de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).
Los jugadores del equipo nuciero, entre otras cosas, denuncian ante la opinión pública retrasos en el cobro de sus mensualidades y represalias de todo tipo por parte del club tras el descenso.
“Hemos sufrido importantes retrasos en el pago de nuestros salarios, lo que ha repercutido negativamente en nuestro día a día y en el de nuestras familias”, afirma la plantilla en la nota, a cuyos componentes se les adeudan las tres últimas nóminas.
Además, los futbolistas desvelan varias acciones contra los jugadores una vez consumado el descenso que el sindicato considera “inadmisibles”.
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En la nota, los jugadores no hacen referencia a ningún dirigente en concreto de una entidad atípica sobre la que tiene una gran influencia desde siempre el alcalde de la localidad, Bernabé Cano.
Recuerdan que hace unos días varios vehículos de componentes de la plantilla sufrieron un “acto vandálico” al ser pinchadas sus ruedas sin que el club hiciera alguna manifestación pública de denuncia.
Afirman que la directiva de La Nucía ya le ha comunicado a los jugadores que quieran marcharse se le abonará el dinero que se le adeude hasta la fecha de su renuncia, por lo que perdería lo que le resta de contrato.
También se refleja en el comunicado que el club ha pedido al utillero que no suministre ropa de abrigo a los jugadores para entrenar y que el equipo debe realizar, como mínimo, una sesión doble de entrenamiento a la semana, algo que no ha sucedido durante el curso.
Además, y según el comunicado de AFE, los jugadores no pueden aparcar sus coches en el parking de la Ciudad Deportiva Olímpica Camilo Cano, lugar habitual de estacionamiento, a pesar de que se encuentra habitualmente vacío.
Los jugadores de La Nucía tampoco dispusieron de entradas proporcionadas por el club para su anterior partido como local, cuando habitualmente se les entregaba dos, y desde el descenso tienen que entrenar “en hierba artificial” hasta la finalización de sus contratos, cuando siempre lo habían hecho en hierba natural. Además, denuncian que se han realizado varios entrenamientos sin estar presente ningún integrante del cuerpo médico, como un médico o un fisioterapeuta.
“A pesar de la gravedad de la situación que vivimos, el club no sólo no aporta soluciones, sino que nos ha amenazado con que no vamos a cobrar y que todas las represalias que sufrimos se seguirán produciendo”, sentencia el comunicado de los jugadores, que agradecen las muestras de apoyo que han recibido en los últimos días.
“Esperamos que la situación se normalice para poder ejercer nuestra profesión de la mejor y más digna manera posible por respeto a los aficionados de nuestro club”, concluye el comunicado.