El mundo del fútbol llora la muerte de César Luis Menotti, técnico argentino fallecido este domingo que llevó a la selección albiceleste al primer título mundial. El filósofo ganó infinidad de títulos, pero su gran legado futbolístico fue divulgar estilo de juego basado en el toque, la posesión y el cuidado del balón que acabó haciendo escuela, influyendo en entrenadores de varias generaciones.

Menotti mantuvo en los 80 una fuerte conexión con Alicante. El seleccionador argentino visitó la ciudad y la provincia en noviembre con el objetivo de encontrar un cuartel general en el que alojar al combinado albiceleste durante el Mundial de España. En aquellos tiempos, el campeón, además de clasificarse de forma matemática para el siguiente Mundial, contaba con la ventaja de poder elegir la sede de sus partidos.

Gracias a su amistad con un ídolo herculano, el argentino Carmelo Héctor Giuliano, Menotti se desplazó a Alicante para conocer y probar el Rico Pérez. Giuliano aprovechó la confianza entre ambos para quitarle de la cabeza algunas posibles sedes, como Sevilla, Madrid o Valencia. "Hace mucho calor", "demasiada gente en la ciudad", "ese campo se lo va a pedir España", eran los argumentos interesados del jugador, que como el que maneja una baraja trucada, fue atrayendo al seleccionador hacia los intereses herculanos.

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Así, el 23 de noviembre de 1980, César Luis Menotti pisaba Alicante para conocer la ciudad, la provincia y el Rico Pérez. El técnico caminó por el césped acompañado por un séquito federativo y por el presidente del Hércules, José Rico Pérez. "Me gusta, me recuerda la cancha de Racing", dijo el técnico en alusión al escenario en el que en el Mundial de Argentina su selección destrozó a Perú para colarse en la final.

Posteriormente, el seleccionador visitó varios lugares como posibles sedes en las que instalar el cuartel general, decantándose por el hotel Montíboli de Villajoyosa. Antes de partir, el Hércules le sacó al seleccionador el compromiso de disputar un partido en el Rico Pérez para "conocer la casa" durante el verano del 81, en el que Argentina realizó una gira por España.

Menotti cumplió y el 25 de agosto de 1981 el Hércules se enfrentó a una campeona del Mundo, con Diego Armando Maradona a la cabeza, en un estadio a reventar. El Pelusa puso la magia y su socio de aquellos años, Ramón Díaz, los goles (0-2).

Villajoyosa

La selección argentina volvió a desembarcar en la provincia de Alicante a finales de mayo de 1982, ya con el Mundial a la vista. En su primer entrenamiento en suelo español, miles de personas acudieron al campo de El Pla para ver en directo a Maradona, Kempes, Ardiles o Ramón Díaz, entre otros, pero se encontraron con la sorpresa de que la selección argentina había decidido que esa primera toma de contacto fuera a puerta cerrada para el público.

La noticia provocó una gran decepción entre los aficionados vileros. Varios periodistas alicantinos pidieron hablar con Menotti para convencerle de que dejara pasar a los aficionados, que llevaban año y medio soñando con ese momento. "Vais a estar como en casa, os van a mimar y os van a dar todo lo que necesitáis, pero por lo menos tener ese gesto con la gente de Villayojosa", le comentaron al seleccionador.

Menotti recapacitó y abrió las puertas a los aficionados, que pudieron ver en directo el entrenamiento de la campeona del Mundo. Días después, Argentina se enfrentó al Villajoyosa en un partido amistoso, con triunfo albiceleste por 0-15.

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Posteriormente llegaron los dos partidos en el Rico Pérez, ante Hungría (4-1) y El Salvador (2-0). Argentina cayó eliminada en la segunda fase y Menotti abandonó el cargo. No fue su última visita, ya que tras su fichaje por el Barcelona, y de nuevo a petición del club herculano, facilitó las gestiones para que su equipo azulgrana disputara el Trofeo Costa Blanca en el verano de 1983 (1-3), que dejó en las arcas alicantinas 18 millones de pesetas.

Meses después, regresaría por última vez como rival, ahora en la Copa del Rey, en el mes de enero. El Barcelona perdió 2-1 en la ida de la eliminatoria tras los dos tantos anotados por Sanabria de penalti. En la vuelta, el Barça remontó (3-0) en su último duelo con un equipo al que siempre valoró e intentó ayudar.