La provincia de Alicante contará la próxima temporada con tres equipos, por lo menos, en Primera Federación. Al Hércules, recién ascendido y debutante en la competición, se sumarán el Deportivo Alcoyano y el Intercity, conjuntos clásicos de la joven categoría que han asegurado esta jornada la permanencia, aunque de forma muy distinta.

Mientras el equipo de Vicente Parras lo hizo a lo grande y sin depender de terceros, superando en El Collao al Ceuta (3-1), uno de los candidatos al ascenso, el de Alejandro Sandroni lo hizo por la puerta de atrás y en diferido. No compitió este sábado en Mérida, donde fue un convidado de piedra a la fiesta de salvación del conjunto extremeño. Los resultados de la jornada dominical le aseguraron, sin embargo, la salvación horas después.

La actuación del Intercity fue tan penosa que el propio entrenador argentino no dudó en criticar el partido de su equipo. Afirmó que sintió "vergüenza" y pidió "perdón al club y a la afición" por la imagen ofrecida en el que señaló como el peor encuentro del equipo desde su llegada al banquillo, hace ya más de un año.

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El equilibrio de fuerzas duró 15 minutos, el tiempo que tardó el Mérida en abrir el marcador por medio de Eliseo. Justo antes del descanso, el Intercity claudicó de forma definitiva con el tanto de Chuma.

En la segunda parte, el Mérida dosificó fuerzas y controló el ritmo del partido ante un Intercity que se volcó en el tramo final, pero el gol de Elejalde sentenció a cinco minutos del final.

El Alcoyano, por su parte, salió al campo decidido a certificar la permanencia sin depender de nadie. Agüero, con un gol a los tres minutos, espantó todos los fantasmas y dio alas a su equipo. El Ceuta, obligado a ganar para defender su plaza en promoción, igualó tras un saque de esquina.

El conjunto de Parras reaccionó y aprovechó un error defensivo para adelantarse de nuevo en el marcador, ahora por medio de Lara, La sentencia definitiva del partido y de la temporada llegó a media hora del final, cuanto Primi, de cabeza, anotó el tercero. 

Tras el pitido final, jugadores y aficionados festejaron sobre el césped la salvación tras una temporada complicada e irregular. La fiesta y la alegría, sin embargo, no disipan los nubarrones que se aproximan a Alcoy ante la delicada situación institucional en la que queda la entidad ante la salida de Juan Carlos Ramírez, el máximo accionista del Alcoyano.