Alicante

Salah Eddine (Marruecos, 1998) es una de las mayores promesas en las artes marciales mixtas (MMA) de España y está en la línea de salida para entrar en la compañía más prestigiosa del mundo, la UFC, siguiendo los pasos de su compañero de gimnasio en Alicante Ilia Topuria.

Es un chico tranquilo, pero su apodo, 'El Verdugo', revela de lo que es capaz dentro de un octágono. Si bien no busca los focos, la mayoría del mundo de las MMA ha girado su mirilla hacia el peleador hispano-marroquí por aplastar a sus rivales en la jaula y poseer un récord invicto de siete victorias y ninguna derrota.

El último triunfo lo consiguió el pasado 24 de agosto en WAR 3, sumando una nueva victoria para colocarse con un importante récord, similar al actual campeón español del peso pluma cuando entró en la UFC (8-0).

Eddine afirma que está "muy contento" por su último combate y asegura que ya está pensando "en el próximo paso, que será pronto". El peleador explica que para entrar a la promotora más importante del planeta es crucial "hacer un buen récord, luchar con gente que tenga un récord positivo y tener un buen mánager que te sepa vender a la UFC".

El luchador cumple todos estos requisitos y, además, cuenta "con las puertas abiertas" gracias a la influencia de entrenar en el mismo gimnasio que Topuria (Climent Club) y compartir los mismos entrenadores, Jorge y Agustín Climent.

Su superioridad hace que el salto a la UFC sea el camino más razonable para disparar su carrera, pero reconoce que es "una persona que no tiene prisa, tengo mucha paciencia, pero si mañana me llaman y me dicen si quiero pelear, obviamente, voy a decir que sí".

Salah Eddine en el Climent Club. J.V.

Y es que el también llamado 'Supersalah' entrena con Topuria para contrastar sus habilidades y se siente "más preparado que nunca" para dar el salto. Con Topuria comparte ciudad y gimnasio, y ahora quiere seguir los pasos de a quien considera "un referente. Todo luchador, al menos todos los ambiciosos, quiere sentirse campeón, ser el mejor. Y si quieres ser el mejor, tienes que ser campeón de la UFC en tu división".

Ante la gran expectación del mundo de las MMA sobre su carrera, admite que, "por raro que parezca, no tengo ninguna presión, me gusta eso. Me motiva que la gente tenga expectativas sobre mí, me da igual si hablan mal o bien mientras hagan ruido".

Más de seis horas de entreno diario

Salah Eddine prácticamente vive en el gimnasio. Hace entre cuatro y cinco entrenamientos al día de alrededor de una hora y media de duración para pulir todos los detalles de su técnica, además de sumar otras tantas horas dando clases de boxeo en el Climent Club.

"Tengo objetivos fuertes que me hacen seguir y no voy a parar hasta conseguirlos", comenta el peleador, quien dio una exhibición de combinaciones y golpeos en su último combate, a pesar de que sea más conocido por su faceta de lucha.

"Me considero un luchador bastante completo. En la mayoría de las peleas he mostrado solo la parte de lucha, pero en la última ya fue casi todo arriba. La gente no ha visto nada de mi golpeo, en la siguiente pelea lo van a ver", indica Eddine.

Orígenes

Nació en Marruecos, pero se siente tan español como el que más y lo demuestra saliendo a la jaula con una doble bandera de España y Marruecos. Eddine resalta que "hay gente que no entiende que haga esto, pero vine aquí con cuatro o cinco meses, me he criado aquí, mis hermanos han nacido aquí, mi padre trabaja aquí... Estoy muy agradecido a España".

El peleador junto a cinturones conseguidos por luchadores del Climent Club. J.V.

'El Verdugo' lleva tres años y medio entrenando Alicante, ciudad que se ha convertido en lugar de peregrinación de grandes peleadores que quieren entrar en el Climent Club. "Vine de Torre Pacheco (Murcia). He entrenado ahí toda mi vida, he hecho boxeo desde los 13 años allí y un compañero me insistió en venir y de tanto repetírmelo le hice caso", recuerda.

Otra de las características de Salah Eddine es su fuerte fe en el islam, algo que le aporta constancia y potencia su carrera. "Hay mucha gente que, por desgracia, aquí la confunden porque no tienen buenos representantes, pero yo la represento bien, como otros muchos musulmanes que la gente no conoce. Te enseña a tratar bien a los demás, a terminar la pelea y abrazar a tu rival, y disciplina, algo súper importante en el deporte. Además, como soy muy religioso, no fumo, no bebo y no salgo de fiesta. Eso no te lo da solo el deporte, te lo da la religión, y te ayuda", apunta.