Elche

La cuenta atrás ha comenzado para el Elche, que se juega el todo por el todo en el próximo mes de competición. En apenas 30 días se decidirá el futuro del equipo ilicitano en Primera División. El grupo de Fran Escribá, fuera del descenso a la espera de lo que suceda en el Athletic-Valladolid de este miércoles, deberá afrontar cinco partidos sin margen de error en los que estará obligado a sumar al menos siete puntos para mantener opciones de salvación.

Con el Eibar casi descolgado, en las próximas semanas se van a jugar otros dos billetes hacia el descenso entre el Huesca de Pacheta, Real Valladolid, Deportivo Alavés y Elche. El equipo ilicitano entra en el tobogán final, en el peor de los casos, a un punto de la permanencia y dependiendo de sí mismo para salvarse, que no es poco para un grupo que llegó estar 16 partidos, casi media Liga, sin ganar un partido.

El calendario no le va a echar una mano al Elche en esta recta final, aunque tres de esos cinco partidos serán en el Martínez Valero, donde el equipo se siente más fiable. La primera piedra en el camino es el Atlético de Madrid, líder de la competición, que puede llegar el sábado a Elche fuera de la primera plaza si el Barcelona derrota al Granada este jueves. El conjunto de Simeone ha perdido gas en el último mes y lleva cuatro salidas consecutivas sin ganar fuera. El conjunto rojiblanco está repleto de dudas pero ahora mismo es un lobo herido capaz de despertar en cualquier momento.

Los precedentes históricos ante el Atlético sonríen ligeramente al Elche, aunque eran otros tiempos, ya que las dos visitas en Liga de la era Simeone se saldaron con dos victorias por idéntico resultado (0-2).

Tras el trago ante el Atlético, el Elche visitará Anoeta, un estadio que se le da mal, para medirse a una Real Sociedad con necesidad de sumar para mantenerse en la pelea por entrar en la competición europea. El conjunto donostiarra, tras la resaca de la Copa, parece haber recuperado el pulso y vuelve a estar centrado en alcanzar cuanto antes una de las plazas para la próxima cita continental en plena pelea con Betis y Villarreal. Partido de máxima dificultad.

Y en mitad de la escalada al Everest de mayo aparece el partido que está marcado en rojo en el calendario del vestuario ilicitano desde hace meses. Llega a Elche el Deportivo Alavés, rival directísimo por la permanencia en uno de esos duelos con valor de siete puntos (tres que suma el conjunto ilicitano, tres que deja sumar el rival y el del coeficiente particular). El conjunto vitoriano, en racha ascendente desde la llegada de Calleja a su banquillo, tiene antes de este compromiso dos partidos asequibles, Eibar y Levante, por lo que es posible que no visite el Martínez Valero tan angustiado.

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