Todo o nada para el Elche esta noche, a partir de las 20:00 horas, en el Martínez Valero ante el Deportivo Alavés. El equipo de Fran Escribá afronta ya sin arnés ni red de seguridad un duelo al filo del abismo, en el que todo lo que no sea ganar supondrá un paso casi definitivo hacia el descenso.
Está todo tan apretado y estrecho que, sin embargo, un triunfo ante el conjunto vasco, situado ahora dos puntos por delante, allanaría el camino hacia la salvación, aunque el Elche seguiría sin depender de sí mismo para alcanzar el objetivo.
“Ganar sería un paso grande para lograr el objetivo”, afirma Escribá, quien admite que, por una vez, los tópicos periodísticos se cumplen para calificar el encuentro. “Finales eran ya todos los partidos desde hace tiempo, pero este es una gran final”, matiza.
Escribá está “convencido” que sumando los nueve puntos en juego, una serie que el Elche no ha sido capaz de realizar en todo el curso, el equipo estará salvado, aunque apunta que, ante la igualdad existente, posiblemente con menos también tenga opciones. Tal y como está la clasificación, con Eibar solo por debajo y Huesca y Valladolid por delante, al Elche solo le vale ganar y esperar un tropiezo de sus rivales.
“Si no ganamos estará muy difícil, pero seguiré pensando que es posible”, comenta el preparador, quien no podrá contar esta noche con dos de sus pilares habituales. El lateral colombiano Johan Mojica sigue lesionado, mientras Raúl Guti, expulsado en Anoeta, está sancionado.
Ataque controlado
Escribá no espera un Alavés defensivo, pero tampoco anuncia un Elche enloquecido en busca del triunfo de cualquier manera. “Tenemos preparadas otras formas de jugar en función del contexto, pero no puede ser un ataque en desbandada”, avisa el valenciano, quien en la víspera del gran día se deshizo en elogios para sus jugadores, a los que admite que no se les puede pedir mucho más de lo que dan.
“Podemos jugar mejor o peor, pero este equipo se lo deja todo y es muy honesto. El más honesto que he entrenado en mi carrera”, afirmó. Prueba de esa honestidad, dijo el técnico, es que no se ha producido ni un reproche a los jugadores durante la temporada a pesar de estar siempre coqueteando con los bajos fondos de la tabla.
Un dato para el optimismo es la buena dinámica del Elche como local, interrumpida solo ante el líder Atlético, y el resultado del partido de la primera vuelta, cuando el Elche asaltó Vitoria en su partido más destacado a domicilio (0-2).
Escribá, como siempre, esconde la alineación, en la que surgen más dudas que nunca. Josema y Palacios, a pierna cambiada, pugnan por una plaza en el lateral, mientras Mfulu parece destinado a ocupar la plaza de Guti. En ataque, Boyé puede tener como acompañantes a Pere Milla, Piatti e incluso a Guido Carillo, ya recuperado de los problemas físicos que le han apartado del equipo durante el último mes.
El Deportivo Alavés, mejorado desde la llegada a su banquillo de Javi Calleja, ha ido perdiendo fuelle en los últimos partidos y ya no le sobra absolutamente nada. Sabe que ganar en Elche es un jaque mate para un rival directo, por lo que su entrenador promete no especular.
Aunque el resultado de esta jornada no será definitivo, el vestuario franjiverde y el entorno del club son conscientes de que para el equipo ha llegado la primera gran encrucijada de la temporada. A partir de ahora, doble o nada. Y así hasta la última jornada.