Guido Carrillo no ha necesitado marcar para ganarse el afecto y respaldo de la hinchada franjiverde, orgullosa de un delantero condenado a un rol marginal y, además, maltratado por el VAR. El atacante ha encontrado en la Copa del Rey y en la lesión de Lucas Boyé la oportunidad de reivindicarse con varias actuaciones notables, a las que solo le faltó el gol.
El jugador, que pareció tener un pie fuera del club el pasado verano, ha repuntado desde la llegada al banquillo de Francisco Rodríguez. En realidad, como todo el equipo, ya que asegura que con el nuevo entrenador el Elche es "más sólido y se siente más cómodo". "Se ha notado un cambio de intensidad, pero lo difícil ahora es mantenerlo. Estamos muy confiados en que lo vamos a sacar esto adelante", señala Garrido, convencido de que el Elche está en el buen camino.
El delantero, que no quiso valorar si merece más minutos, recuerda que es compatible con Lucas Boyé, el referente ofensivo. Y reconoce que la victoria en el campo del Español, uno de los escenarios más complicados de Primera, ha llenado de "confianza" al grupo, si bien recuerda que aún no se ha logrado nada.
También admite que afrontar una nueva semana fuera de la zona de descenso supone una motivación para el equipo y permite afrontar el exigente calendario que se avecina "más tranquilos".
Las oportunidades
Carrillo elude cobijarse en la mala fortuna como excusa para analizar sus números en la Liga, a pesar de que el VAR se ha convertido en su mayor enemigo. El vídeo arbitraje le anuló dos tantos dados inicialmente como válidos, ante Alavés y Granada, no certificó su gol fantasma en Valencia y, además, dejó sin penalizar un penalti que pareció claro, también ante el conjunto nazarí.
"Quedarse con eso es algo del pasado. Hay que seguir trabajando para cambiar la racha porque quedarse con eso es algo del pasado", señala el atacante, quien garantiza que el vestuario está al margen de los rumores que afectan a varios compañeros. Entre ellos, sus compatriotas Benedetto y Pastore, a los que los medios argentinos sitúan en la órbita de varios clubes de su país.
"Estamos aislados de todo eso. Veo a los compañeros muy metidos en el grupo", asegura el delantero, quien no quiso especular con su futuro a pesar de que su contrato acaba el próximo junio. "Quedan cuatro meses y el fútbol es muy cambiante", avisa el delantero, quien niega estar frustrado por ser el único jugador de ataque que aún no ha visto puerta. "Lo primero es ayudar al equipo desde donde me toque. Concretar es importante, pero tampoco he tenido tantos partidos y además están las jugadas del VAR", ha señalado.
Calendario complicado
El delantero del Elche también se refirió al Villarreal, próximo rival en la Liga, del que ha señalado que "es uno de los equipos que más lindo juega" en la competición española. "Su trato de balón es admirable y una de las claves será cortar ese circuito. No dejar que nos lastimen y lastimarles nosotros", ha explicado el argentino, quien se ha mostrado convencido de que el Elche puede ganar el partido con el apoyo de su afición.
El delantero asegura que el Elche, pese a tener su objetivo en la Liga, afrontará "con la seriedad que merece" su eliminatoria ante el Real Madrid en la Copa del Rey, que se disputará la próxima semana, aún sin fecha designada. "Es un partido hermoso y en nuestra casa. Cuanto más lejos lleguemos, más linda será la Copa, pero ahora estamos enfocados en el Villarreal y en continuar con la escalada", sentencia.
Para el partido ante el Villarreal, el Elche mantiene la duda de Pedro Bigas, quien no pudo participar ante el Espanyol al recaer de su lesión durante el calentamiento. Kiko Casilla y Lucas Boyé regresarán a la citación. La gran incógnita está en conocer si Boyé volverá al eje del ataque o, por el contrario, Carrillo se ha ganado con su trabajo y entrega la titularidad.