El fracaso deportivo del Elche en la temporada 2023-24 se ha llevado por delante a dos de las principales áreas del proyecto deportivo. El pasado domingo, tras perder ante el Eldense, el entrenador, Sebastián Beccacece, decidió de forma unilateral bajarse del proyecto y anunciar que no seguirá al frente del equipo la próxima temporada, cerrando cualquier especulación sobre su continuidad, a pesar de que su contrato expiraba el próximo 30 de junio.

Fuera de la ecuación el entrenador argentino, la segunda pieza en caer ha sido la de Sergio Mantecón, que no continuará como director deportivo de la entidad ilicitana la próxima temporada, según ha informado este miércoles el club a través de un comunicado.

Mantecón, que también acababa contrato al finalizar esta temporada, ha sido un hombre de club hasta el último momento. Siempre asumió el rol que le tocó afrontar, primero a la sombra y como colaborador estrecho de otros directores deportivos y, posteriormente, como enlace entre la plantilla y el propietario del club, Christian Bragarnik.

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El madrileño, exjugador y excapitán del Elche, entró en el organigrama técnico del Elche en el verano de 2017, tras el descenso a Segunda B, para reforzar el área deportiva liderada por Jorge Cordero, logrando tras su primera temporada el ascenso a Segunda División. Posteriormente, trabajó con Nico Rodríguez, con el que también consiguió ascender, en esta ocasión a Primera División.

Tras la llegada de Christian Bragarnik al club, Mantecón desempeñó la labor de director deportivo, si bien la última decisión en esta parcela la tomó siempre la propiedad. El madrileño fue los ojos del empresario argentino en Elche durante los periodos de tiempo en los que no estaba en la ciudad y gozó de relativa libertad para proponer nombres y negociar fichajes.

Mantecón siempre admitió que la última palabra en el tema deportivo era siempre de Bragarnik, pero manifestó en repetidas ocasiones que siempre gozó de autonomía para proponer los perfiles de jugadores que él consideraba oportunos. Hombre de club y, sobre todo, de consenso, nunca puso reparos a su situación. Tampoco cuando el pasado año, cuando Bragarlik amplió el cuerpo técnico con la presencia de los técnicos Antonio Barragán y Mauro Óbolo. "Seis ojos ven más que dos. Trabajaremos desde el consenso", dijo al ser cuestionado por la nueva estructura deportiva.

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El descenso de la pasada temporada y la decepción sufrida en la actual, en la que el equipo no se reforzó como se esperaba en el mercado de invierno, han acabado por pasarle factura al único vínculo deportivo que le quedaba al Elche de otras etapas con el actual.

El club, a través de un comunicado, ha agradecido "el trabajo, compromiso y profesionalidad" del madrileño, así como su trayectoria en la entidad, tanto en la etapa como futbolista como en la gestión del área deportiva, deseándole "mucha suerte en su carrera tanto a nivel personal como profesional".

El nuevo proyecto, que volverá a tener como meta el ascenso, nacerá tras la designación de un director deportivo, que será el encargado de apostar por el futuro entrenador. Siempre, eso sí, bajo la lupa de Bragarnik.