La eliminatoria en la Copa del Rey hace dos años ante el Athletic Club de Bilbao situó al Intercity, una entidad con solo cinco años de vida, en el mapa mediático del fútbol español durante unas horas, pero ni aquello sometió a tanto estrés al club como su primer partido oficial de la historia ante el Hércules.

El próximo domingo, a las 19:00 horas, lo impensable sucederá. Dos trayectorias opuestas colisionarán en la Ciudad Deportiva Antonio Solana (19:00 horas) en un derbi con morbo, pero de baja intensidad, como se encarga de recalcar el presidente del Intercity. 

El hecho de que no existan precedentes deportivos y de que casi toda la cúpula de los ‘hombres de negro’ tenga pasado herculano desactiva la pasión que sí existe en otros partidos de rivalidad, cargados de emotividad por los aficionados.

“Intentamos llevar la semana con naturalidad, pero evidentemente no es una semana normal. Solo con las peticiones de entrada que estamos recibiendo ya te das cuenta de que algo grande pasa. Podríamos llenar tres veces el Antonio Solana”, afirma a El Español el presidente del Intercity, Salvador Martí, quien se confiesa “aficionado del Hércules” desde hace muchos años.

“Me gusta el fútbol, he sido socio del Hércules y gran parte de mi corazón es herculano. Si me preguntas quién quiero que gane el domingo lo tengo claro: el Intercity. Pero por mí que el Hércules gane el resto de los partidos. Estoy convencido de que es compatible ser de los dos equipos”, afirma el dirigente, quien admite sin rubor que toda la cúpula del club, tanto en los despachos como en el césped, es “herculana”.

Además del vínculo sentimental de Martí, Perfecto Palacio, hombre fuerte de la directiva y accionista del proyecto, fue presidente y consejero delegado del club blanquiazul en dos etapas, y Quique Hernández, el mánager deportivo, fue presidente del Hércules en tres ocasiones y el entrenador con más partidos oficiales en la historia del equipo. Por no contar con Paco Peña, eterno capitán herculano, ahora secretario técnico del Intercity, o ex jugadores como Marí, Pol Roigé, Álvaro o Benja.

“Con el Hércules no hay la rivalidad que sí tienen ellos con otros equipos. Nosotros somos un nuevo vecino que se enfrenta a un club centenario”, reitera el presidente. No existe la rivalidad deportiva y social de los duelos con el Elche. Ni tampoco la amenaza de ceder el trono de la ciudad, como sucedió hace dos décadas con el Alicante. Por lo tanto Martí entiende que el partido debe ser “una fiesta repleta de deportividad”. “No aspiramos a ocupar el sitio de nadie, sino a hacer nuestro camino”, apostilla.

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Salvador Martí no entiende por qué una parte de la afición herculana se siente amenazada por el crecimiento de su equipo. “Ser de los dos clubes es compatible. Y lo sé porque veo todos los días a gente que es de los dos equipos. Además, Hércules e Intercity pueden subir juntos, por lo que no hay ninguna amenaza”, argumenta el empresario, a quien sí le hubiera gustado que el debut de su equipo como local hubiera sido ante otro rival.

“Más que nada por los temas de organización. Somos debutantes en la competición y estrenamos esta instalación como locales. Intentaremos hacerlo lo mejor posible, pero nos hubiera venido bien tener un poco más de experiencia”, afirma. Martí anuncia en que el Antonio Solana registrará una entrada de gala “con clara mayoría de seguidores del Intercity”.  El aforo será de 1.200 espectadores y para los seguidores blanquiazules apenas serán más de un centenar. 

“Sé que el reparto de las entradas ha sentado mal a algunos herculanos, pero también puedo decir que el 99% de los mensajes que he recibido son deportivos y dándole normalidad a la situación”, explica.

El presidente del Intercity entiende que haya parte de la afición al fútbol en Alicante “a la que no le gusta nuestro proyecto”, como también recuerda “que cada vez hay más gente interesa en seguirnos”. También las relaciones diplomáticas entre ambos clubes son “extraordinarias”, según Martí, quien anuncia una comida antes del partido entre los dirigentes de ambas entidades.

“No existe la menor fricción entre los dos clubes”, garantiza Salva Martí, quien desea que el Intercity-Hércules pueda repetirse durante los próximos años “en otras categorías superiores”. La lucha por un mismo espacio geográfico parece algo puntual, ya que la intención de los dirigentes del Intercity sigue siendo instalarse en la localidad de Sant Joan, su lugar de nacimiento, a medio plazo, por lo que la convivencia en Alicante ciudad parece tener fecha de caducidad.

Favoritos al ascenso 

Que Intercity y Hércules crucen sus caminos es, sobre todo, culpa del conjunto blanquiazul, cuya decadencia en los últimos años le ha llevado a despeñarse por el fútbol español hasta una categoría semi profesional. Por primera vez en muchos años, el Hércules, además, no parte favorito en su grupo ante la pujanza económica de una entidad saneada y en fase de expansión social y deportiva. “Bueno, que se nos considere favoritos en el grupo es algo que tenemos que asumir. No somos el equipo con más presupuesto, pero sí estamos entre los tres primeros”, admite el dirigente, quien puntualiza que “a un solo partido estos factores pierden importancia”.

“No podemos exigir al cuerpo técnico la responsabilidad de pelear por el ascenso si no le damos una plantilla ambiciosa y competitiva como la que tenemos”, explica Martí, quien confía en que al final de la temporada su equipo y el Hércules puedan extender su recién estrenada rivalidad a una categoría superior.