Alicante

Jack Harper no es un jugador de Segunda RFEF. Solo las lesiones, una extraña enfermedad y el magnetismo que aún mantiene el escudo del Hércules, a pesar de la crisis deportiva e institucional en la que se encuentra, han logrado desviar al hispano-escocés a esta categoría cuando hace apenas cuatro años estaba a un paso de jugar en Primera División.

El secretario técnico y líder del proyecto deportivo, Paco Peña, es consciente del valor de mercado que conserva el delantero cedido por el Getafe, por eso se ha mostrado tan agradecido al jugador durante su presentación. “Sabes que he intentado por todos los medios que estés aquí. He hablado con tu entorno y gente para lograrlo. Esta presentación es especial para mí, porque eres un jugador al que quería desde el primer momento”, ha confesado Peña, quien se mostró convencido de que tanto Harper como el Hércules van a vivir un gran año.

El delantero, que cumple su cuarta cesión en otros tantos años, ha valorado la fe ciega del Hércules en su fichaje a pesar de que los números de las últimas temporadas no fueron buenos. El pasado año, durante su etapa en el Racing de Santander, Harper padeció una extraña enfermedad que afectó a su sistema inmune y que le impidió incluso entrenar. Apenas un puñado de partidos y dos goles que ayudaron al ascenso cántabro.

“Tuve inflamaciones en varias articulaciones y no tenía ni fuerzas. No podía estar al nivel, pero ahora me encuentro de lujo. He pasado el verano cuidándome para llegar en mi mejor momento”, afirma el atacante, quien confía en que la próxima temporada si la salud le respeta sea la de su “explosión futbolística”.

El jugador asegura que tiene “muchísimo que dar” tras unos años complicados y que ha aceptado la oferta del Hércules “por su insistencia” a pesar de contar con propuestas de clubes de superior categoría.

Estoy en mi carrera en una situación como la del Hércules. Puede que haya dado un paso atrás, pero con la ambición de dar dos o tres hacia adelante. Creo que podemos ir de la mano”, ha explicado Harper, quien confiesa que ha madurado “muchísimo” tras el calvario vivido. “Ahora disfruto de cada entrenamiento. Creo que va a ser un año muy bonito. Cada jugador que llega viene mordiendo y son buenos fichajes y buenas personas”, añade el delantero, quien tras varias cesiones consecutivas no descarta echar raíces en Alicante.

Lo primero es pensar en estos 10 meses y subir de categoría, pero nunca se sabe. Pero desde ya me encanta este club y la ciudad”, asegura el hispano británico, quien al igual que sus compañeros tiene muy claro el objetivo del próximo curso: “ganar todos los partidos y con esa mentalidad no hay otra opción que ascender como primeros”.