Aún no se ha cumplido un tercio del campeonato de Liga y el nuevo proyecto del Hércules ya ha encallado. Ya no hace falta esperar al invierno para afrontar las crisis, que anidan cada vez más pronto en el Rico Pérez.
El equipo alicantino transita por la jornada 11 a una distancia sideral de la primera plaza, diez puntos, objetivo que se había marcado a fuego la entidad para el presente campeonato. También queda lejos la zona de promoción, a ocho puntos, mientras que el descenso, algo impensable hace apenas dos meses, está ya a solo tres.
[El proyecto del Hércules vuelve a encallar en la salida]
Por el camino el Hércules, que purga sus penas en la categoría más alejada de la élite en la que jamás ha competido, lleva tiempo sin ser fiable en su estadio, donde ya ha dejado escapar dos empates, y es frágil fuera, donde ya acumula cuatro derrotas consecutivas, algo que no sucedía desde los tiempos de Primera División.
No hay explicación lógica al desplome del Hércules, que contra toda lógica arrancó razonablemente bien el campeonato a pesar de los problemas y la demora en la confección de la plantilla.
El equipo alicantino llegó a estar en disposición de pelear el liderato en Teruel (1-0), pero aquella derrota marcó un punto de inflexión negativo. El Hércules, según señalaron los técnicos, Paco Peña, secretario técnico, y Ángel Rodríguez, entrenador, estaba diseñado para ir a más, pero la realidad es que ha sucedido todo lo contrario.
Tarde y mal
Una de las coartadas al mal funcionamiento del grupo está en la composición tardía de la plantilla. El club, de nuevo sacudido por el impacto y la decepción del fracaso deportivo, comenzó tarde la planificación y Ángel Rodríguez fue sumando piezas al puzzle con la pretemporada en marcha, llegando incluso a suspender algún amistoso por falta de efectivos.
El Hércules llegó a debutar en la competición en Mallorca sin apenas centrales, pero sin embargo su pico de rendimiento llegó precisamente en ese momento. En cualquier otro lugar, un equipo completamente nuevo hubiera mejorado sus prestaciones con el paso del tiempo. A más conocimiento, entrenamientos y partidos, mejor rendimiento. En teoría, porque el Hércules no se cumplen desde hace tiempo las leyes del universo.
Fragilidad defensiva
Es imposible pelear por un objetivo grande con un agujero en el área. El Hércules tiene un enorme problema defensivo, ya que solo ha dejado en tres ocasiones su portería a cero en la temporada. La fragilidad atrás le obliga a realizar un esfuerzo extra cada partido en ataque, donde tampoco va sobrado de dinamita.
Meter dos goles o tres para ganar un partido no es algo que se pueden permitir muy pocos equipos. Y ninguno de ellos está en Segunda Federación.
Los números del equipo alicantino, que no hay que olvidar que compite en la cuarta categoría del fútbol español, son terroríficos y solo son empeorados por los del Hércules de hace tres temporadas. Aquel equipo, al que posiblemente salvó del descenso la pandemia, tenía solo dos puntos menos que el actual (13) y era décimoquinto en la tabla.
El pasado año, el Hércules transitó por esta misma jornada en la décima plaza, pero con tres puntos más. Una reacción en el último tramo de la primera vuelta, en la que sumó seis victorias consecutivas, le llevó a ser campeón de invierno, aunque tras el giro de la competición volvió a las andadas y dilapidó toda su renta.
A excepción de estas tres temporadas señaladas, el Hércules siempre transitó por la jornada 11 desde su caída del fútbol profesional en los puestos de honor y entre la segunda y la quinta plaza.
En cualquier otro contexto, el entrenador estaría ya despedido o con un ultimátum sobre la espalda, pero en esta ocasión Ángel Rodríguez aún goza de cierto crédito. El leonés cayó de pie en el Hércules y convenció desde el primer día por su capacidad de trabajo, manejo del grupo y su discurso ambicioso. Pero a nadie escapa que la situación es ya insostenible y límite, como reconoció la pasada semana el capitán Raúl.
"El vestuario está muy dolido y eso me hace ver que vamos a darle la vuelta, aunque eso ya tendría que haber pasado", explicó Rodríguez tras la última derrota en Terrassa.
Enrique Ortiz y su nefasta gestión deportiva, económica y social monopoliza la crítica y la crispación del entorno herculano, pero en algún momento alguien tendrá que mirar al banquillo y pedir explicaciones. El Lleida, otro histórico en horas bajas, marcará sentencia este domingo.