El Hércules, que este domingo ha perdido en su visita a la Peña Deportiva de Santa Eulalia (2-0), ha sufrido la novena derrota del presente campeonato, una más de las que sufrió en las dos últimas temporadas completas.
El conjunto alicantino perdió el pasado curso, en 35 partidos, 34 correspondientes a la Liga regular y uno de la promoción de ascenso, un total de ocho encuentros, mientras que este curso en 10 partidos menos disputados ya suma una derrota más.
Los números del Hércules también empeoran los de hace dos temporadas, cuando en una competición con dos fases no pudo lograr el objetivo de ascender a Primera Federación y acabó cayendo a Segunda Federación.
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Las dos anteriores temporadas estaban consideradas las dos peores en la historia del club alicantino, que nunca estuvo en su centenaria historia tan lejos de la Primera División como en la actualidad.
La nueva derrota, cuatro en los últimos cinco partidos, todas ante rivales que le preceden en la clasificación, también frena la reacción experimentada por el equipo tras la llegada de Lolo Escobar y compromete seriamente las opciones de entrar en la zona de ascenso.
El Hércules es noveno a cuatro puntos del Formentera, próximo rival que le supera en cuatro puntos, por lo que los alicantinos ya no tienen margen de error en una pelea que ya se limita al quinto puesto, ya que las otras cuatro plazas se han alejado.
Tras el partido ante el Peña Deportiva de Santa Eulalia, el técnico herculano, que solo ha encajado una derrota menos que su predecesor, Ángel Rodríguez, con un partido menos en el banquillo, ha apelado a las matemáticas para valorar las opciones de su equipo.
“Quedan nueve finales y habrá que hacer un partido mejor ante el Formentera para volver a engancharnos a la cabeza. Curramos mucho, pero hay que hacerlo más para luchar por el quinto puesto", explicó.
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El Elche aprende a sobrevivir sin mirar la clasificación. Pocas veces en la historia de la Liga un colista abandonó el campo ovacionado por su afición. Esta atípica situación se ha convertido en una rutina en el Martínez Valero, donde la parroquia franjiverde reconoce más allá del resultado el esfuerzo de su equipo de Pablo Machín, al que nadie le puede negar que está haciendo lo imposible por revertir una situación imposible.
La evidente mejoría del conjunto ilicitano, que ha sumado cuatro puntos de los últimos seis en juego, no le da, sin embargo, para reducir distancias y soñar con la salvación. Y es que todas las buenas sensaciones que se ofrecen en el campo se desvanecen cuando se mira la tabla.
Así lo reconoció el centrocampista Tete Morente, renacido en las últimas jornadas, tras el partido ante el Valladolid, rival ante el que anotó el gol del empate. “Sinceramente, no miras la clasificación porque la realidad es que estamos muertos. El equipo piensa partido a partido y en sumar de tres en tres, que es lo único que nos vale. Y hasta donde lleguemos”, explicó. Leer noticia completa.