El Hércules está herido en su autoestima tras la primera derrota del curso. El equipo, según palabras de su entrenador, Rubén Torrecilla, está dolido por no haber podido dar continuidad al idílico inicio del campeonato en Sant Andreu, donde se quebró una estupenda dinámica deportiva, por lo que quiere reaccionar lo antes posible para prolongar el romance con la afición y disipar las primeras dudas.
"Estamos jodidos, no pensábamos que íbamos a perder", confiesa el entrenador extremeño, quien no esconde que el vestuario está ansioso por volver a competir este sábado ante el Andratx (Rico Pérez, 20:30 horas) para sacarse la espina.
Torrecilla mantiene una "confianza plena" en el equipo y en su sistema defensivo, agujereado el pasado domingo con relativa facilidad por el rival. "No puedo decir que no compitiéramos, fueron tres pelotazos a la espalda. Tenemos que trabajar cómo anticipar y cómo chocar con el delantero, porque muchos equipos nos van a jugar así", reflexiona el entrenador. "Otra cosa sería si nos hubieran pasado por encima, pero no fue el caso", añade Torrecilla, quien insistió en que la única diferencia entre los dos equipos fue "el acierto en las áreas".
"No tenemos que volvernos locos, el equipo está bien", responde al ser cuestionado por si la primera derrota puede desencadenar un carrusel de cambios en el equipo. "En las seis horas de viaje no se escucharon ni dos palabras en el autocar. Y eso me gustó porque el equipo está dolido. Nos hizo daño la derrota y hay hambre de ganar", desvela el entrenador.
El sábado el Hércules se encontrará, de nuevo, ante un equipo ordenado en su bloque defensivo que cederá la iniciativa y apelará al juego directo como principal argumento. Torrecilla lo sabe, por lo que pide a su equipo "serio" para desgastar al Andratx y, sobre todo, conceder pocas opciones.
"Sabemos que es un partido importante, pero como todos los que hemos afrontado. El sábado el equipo se lo va a dejar todo y va a transmitir. Quiero que siempre salgamos del campo con la cabeza alta", afirma el extremeño, quien señala al Lleida, actual líder, como el gran rival a batir en la lucha por la única plaza de ascenso directo.
"Tiene buenos jugadores, con nombre y poso en la categoría, y puede ser uno de los rivales fuertes, pero tenemos que centrarnos en el sábado. Esto va de coger velocidad de crucero y sumar. Veremos dónde estamos en abril para conseguir el objetivo", reflexiona el preparador herculano.
Bajas y dudas
Una semana más, el Hércules no podrá contar esta jornada con Nico Espinosa, con el que no se quiere correr el menor riesgo para evitar una recaída, ni con Agustín Coscia. Los dos jugadores se incorporarán a la dinámica del grupo, si no hay recaída, la próxima semana. La gran duda es la de Marcos Mendes. El delantero se va a someter a una resonancia para descartar la existencia de una lesión. Si las pruebas son positivas no está descartado para el partido.