La alegría vivida en la ciudad de Alicante por el primer ascenso del Hércules en 14 años tiene un precio. La Comisión Permanente de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte ha acordado proponer para sanción al club por los comportamientos vividos en el estadio José Rico Pérez tras la victoria al Lleida.

La Comisión Antiviolencia ha establecido este lunes la propuesta de sanción, que elevan a 12.000 euros, "por permitir una invasión multitudinaria del campo al final del partido". La clave, como remarca el texto de este organismo del Ministerio de Interior es que, si bien el encuentro entre Hércules de Alicante CF y Club Lleida Esportiu había terminado, "los jugadores de ambos equipos todavía permanecían en el terreno de juego".

La celebración del ascenso de categoría de Segunda a Primera Federación no justifica, según este razonamiento, este acceso ya que, además, "durante esta invasión masiva, varios aficionados activaron diversas bengalas y botes de humo en el propio campo entre una gran multitud de aficionados y jugadores".

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Los excesos en la celebración del Hércules también se trasladaron durante ese domingo fuera del estadio, un aspecto en la que ya no es competente esta comisión. La Policía Local detuvo a un hombre acusado de incendiar contenedores y vehículos en los alrededores del Rico Pérez tras la finalización del encuentro.

Esa fue la única discordante que se ha hecho pública de una jornada en la que se congregaron más de 20.000 aficionados en la plaza de Luceros, según los datos oficiales del Ayuntamiento de Alicante, para acompañar a su equipo en la fuente en la que no habían podido celebrar una victoria de este calibre desde hacía 14 años.

Las sanciones de la Comisión Antiviolencia comunicadas este lunes también afectan a otros dos equipos, por problemas con los aficionados. En el primero de los casos, una multa de 4.000 euros y prohibición de acceso a los recintos deportivos por un período de 12 meses a un aficionado identificado seguidor del Espanyol en el partido de Segunda División contra el Elche CF. La razón es que le atribuyen insultos graves a los agentes policiales y la agresión a uno de ellos en el interior del recinto deportivo.

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El segundo caso también es por una sanción de 4.000 euros y prohibición de acceso a los recintos deportivos por un período de 12 meses a un aficionado identificado seguidor del Córdoba. En este caso por el partido de Primera Federación ante el CD Alcoyano ya que está acusado de agredir a un vigilante de seguridad del estadio.