El señor del Rico Pérez. El delantero catalán, antes o después, siempre acude a su cita inexorable con el gol en el estadio blanquiazul de Alicante. Esta vez se hizo esperar algo más de lo previsto, aunque su momento estelar, inevitable, llegó.

El atacante convirtió en gol, en el último minuto, una asistencia de oro de Carlos Mangada para tumbar al Antequera, invicto hasta ese momento en la competición.

Tras 90 minutos masticando tornillos, un fogonazo de un jugador tocado por una varita alivió al Hércules para devolver a su equipo a la quinta plaza, la última que da opción a pelear por la fase de ascenso.

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Los números de Soldevila en el coliseo herculano comienzan a ser de otra época. El jugador, de 23 años, no es un goleador puro, pero sus registros evocan ya a grandes leyendas del pasado.

En las cinco ocasiones que ha pisado el Rico Pérez ha marcado siempre: cuatro tantos con el Hércules y el famoso triplete con el Intercity frente al Barcelona.

En sus dos primeros partidos en el estadio, el catalán eligió marcar en el fondo norte, donde anotó sus primeros cuatro goles, pero en los siguientes situó la diana en la otra portería.

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Su gol no fue fruto del azar, ya que en la primera parte avisó con dos disparos que sacó el portero del Antequera y ya en el tramo final estuvo a punto de cazar un rechace sobre la raya tras un disparo de Nico. Soldevila no se tropieza con los goles, sino que los busca y los trabaja.

Récord personal

A Soldevila, que además suma un gol más esta temporada, anotado ante el Alcorcón a domicilio (4-1), le siente fenomenal el Hércules. En siete jornadas, el barcelonés ya ha igualado los tantos anotados el pasado curso con el Intercity en 31 partidos y supera en tres los conseguidos hace dos años en 37.

Está a dos goles, con siete meses de competición por delante, de marcar más goles como herculano en una sola temporada de los que anotó durante dos con el vecino ciudadano.

El estado de forma de Soldevila y su aura en el Rico Pérez es de tal magnitud que ni Rubén Torrecilla, entrenador del equipo, se atrevió a sacarlo del campo a pesar de que el jugador estaba fatigado y con ligeras molestias durante buena parte del segundo tiempo.

"Lo situé detrás del delantero para que tuviera que hacer menos esfuerzos defensivos", desveló el técnico, que no ocultó cierta preocupación por el valor que comienza a alcanzar su jugador en el mercado.

"Yo creo que acabará la temporada y muchas más en el Hércules, pero está en el mercado. Si se tiene que ir, que deje un dinero en el club. Pero espero que se quede mucho tiempo", confesó el extremeño.

Lo único que no preocupa al entrenador es que su delantero pueda perder de vista la realidad como consecuencia de los elogios y los focos y creerse algo que aún no es. Para Torrecilla el punto fuerte del Hércules siempre es "el equipo", por encima de los goles o de las actuaciones individuales. Y ahí estará siempre el extremeño para recordarlo.