Pablo Verdú
Alicante
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Mario García (Chiclana de la Frontera, 1997) es el punto de equilibrio del nuevo Hércules. El centrocampista gaditano, curtido en el fútbol modesto y de barro, ha alcanzado su plenitud futbolística en el equipo alicantino, del que se ha convertido en pieza fundamental en apenas dos meses.

Admite estar sorprendido por la grandeza social de un club, con el que sueña llegar al fútbol profesional, pero desde la experiencia que le dan sus tres años en la categoría apela a la prudencia. "El único objetivo es ganar el siguiente partido". Comenzando este sábado (21:00 horas) ante el filial del Atlético.

Pregunta: Nueve partidos disputados y nueve titularidades. ¿Esperaba encajar con tanta rapidez en el equipo?

Respuesta: Está saliendo todo fenomenal, tanto a nivel individual como colectivo. Desde el primer momento he sentido la confianza del cuerpo técnico y del club y solo espero poder devolverla en el campo.

P: ¿Fue complicado abandonar su tierra para jugar en Alicante?

R: No. El Hércules se puso temprano en contacto conmigo y desde ese momento hice todo lo posible para estar aquí. Me ofrecieron un gran proyecto. Torrecilla me comentó lo que esperaba de mí como jugador y me he adaptado a ese rol.

P: El míster fue centrocampista. Sabe el oficio.

R: Se nota. Tanto a mí como al resto de los compañeros nos ayuda mucho y nos da consejos.

P: ¿Ha resultado el Hércules tal y cómo lo esperaba?

R: Más o menos. Dentro de lo que es la categoría es uno de los dos o tres equipos top. Cada partido que juego con el Hércules te hace sentir muy cerca del fútbol profesional, sobre todo en el Rico Pérez, donde siempre hay entre 10.000 y 12.000 espectadores, algo que no me había pasado antes.

P: ¿Cuál es el secreto para que un equipo debutante haya comenzado tan bien?

R: Todos los jugadores del año pasado están rindiendo a un nivel muy bueno. Y existe una gran competencia en la plantilla. Comenzamos jugando en el medio Roger y yo, pero salen Mangada o Artiles y lo hacen fenomenal. Creo que la clave del equipo es que todos estamos enchufados y que cualquiera puede jugar sin que baje el nivel.

P: ¿El Hércules debe mirar hacia arriba de la tabla o conviene ser prudente?

R: Entiendo que un club como el Hércules tiene que ponerse metas altas, pero conozco esta categoría y sé lo complicada que puede llegar a ser. Creo que debemos mirar solo al próximo partido. Y después, al siguiente. No vale la pena mirar la clasificación, por lo menos ahora. Ganas un partido y puedes ser primero, pero si lo pierdes puedes salir hasta del playoff. Lo sé por experiencia, porque lo viví con el Rayo Majadahonda y el Algeciras. 

P: Lo que es evidente es que para soñar con algo grande hay que ser fuerte en casa.

R: Ganar fuera es muy complicado. Salvo el Atlético, ningún otro equipo se mantiene invicto a domicilio. Cuesta mucho fuera, por eso es tan importante no perdonar en casa. Y de momento lo estamos haciendo bien.

P: Eso de ganar en los últimos minutos, ¿es suerte o es madurar el partido?

R: No es suerte. Confiamos en el plan del partido hasta el final. Además, tenemos una gran preparación física y los cambios nos hacen acabar igual o más fuertes que al principio del partido. Tenemos mucha fe en lo que hacemos porque tenemos pólvora para marcar en cualquier momento.

P: Hablando de pólvora, vuelve Soldevila al Rico Pérez. El Hércules ya empieza con un gol en su marcador.

R: Solde es un jugador excelente. Hay veces que se fabrica solo las ocasiones. No es que haya marcado siempre, es que tiene tres o cuatro ocasiones por partido. Si quieres estar arriba lo tienes más fácil con un tío como él.

P: Su posición en el equipo es vital, muchas veces sin balón. ¿Cómo se lleva eso de tener que estar vigilando las espaldas de los compañeros?

R: Es una cuestión táctica. A lo mejor tienes menos protagonismo con el balón, que es lo que se ve más, pero el objetivo es que el equipo esté ordenado y que no se parta.

P: ¿Siempre fue centrocampista o acabó ahí por esas cosas del destino?

R: De chico ya comencé como centrocampista, pero he tocado todo, desde central a media punta. Pero la verdad es que ahí es donde me siento más identificado.

P: Su carrera deportiva no ha sido fácil. ¿Qué siente ahora que juega ante 12.000 espectadores?

R: Aún hay veces que no me lo creo. Es que lo que se vivió el día del Murcia es otro fútbol. Mi carrera ha tenido muchas complicaciones. Me ha costado mucho llegar aquí. En ningún momento, cuando estaba en la Tercera andaluza, pensé que podía jugar un día en un club como el Hércules. Desde que empecé en las categorías inferiores del Cádiz ha sido un continuo pico y pala, ir de un lado para otro luchando. Vengo de jugar en muchos pueblos de Cádiz en horarios de mañana, como los futbolistas no profesionales.

P: Se la jugó y le salió bien.

R: Me fui de casa con 19 años a Santander para jugar en Tercera. No comía del fútbol, pero tenía casa. Por suerte mis padres siempre me apoyaron y poco a poco he ido subiendo escalones.