Pablo Verdú
Alicante
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Aviso serio al Hércules, al que se le han acabado los comodines y las excusas esta temporada. El Juez Único del Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha sancionado este miércoles al club alicantino con una sanción económica de hasta 3.000 euros y el apercibimiento del estadio Rico Pérez como consecuencia de los incidentes ocurridos el pasado sábado durante el encuentro frente al Atlético de Madrid B.

La justicia deportiva ha considerado los incidentes –lanzamientos de mecheros y bolas de papel- como falta grave por infracción del artículo 107.2, y advierte de apercibimiento de clausura, sin especificar si cierre parcial o total del estadio, en el caso de reincidencia de hechos análogos en lo que resta de temporada.

Durante el partido, y tras el segundo tanto del equipo madrileño, varios aficionados herculanos, desde el sector donde se sitúan los seguidores más radicales, lanzaron papeles y mecheros, según reflejó el acta, a los jugadores del filial, impactando uno de ellos en la cabeza de un futbolista.

El colegiado Martínez Montalbán, del Comité Murciano, reflejó en el acta estos lanzamientos, así como que un espectador saltó la valla perimetral que separa el terreno de juego de la grada "sin llegar a entrar en el terreno de juego ni tocar a ningún jugador".

El Hércules, que está colaborando con la Policía para identificar a los responsables de los incidentes, ha respirado tranquilo tras esta resolución, ya que temía una decisión mucho más contundente y ejemplarizante tras lo sucedido en los estadios españoles en las últimas jornadas.

De todas formas, el club aún no puede respirar tranquilo. La Comisión Antiviolencia aún puede entrar a valorar y sancionar estos incidentes, ya que también se registraron insultos racistas por parte de un aficionado a un jugador del Atlético, tal y como se puede apreciar en las imágenes, si bien no fueron reflejadas en el acta.

Esta es la tercera ocasión esta temporada en la que el Hércules es sancionado por incidentes de sus aficionados. El club fue multado con 600 euros por el lanzamiento al terreno de juego de un tornillo en el duelo ante el Intercity y, ante el Murcia, el colegiado tuvo que parar el partido cuando un seguidor tocó a un futbolista rival cuando se disponía a realizar un saque de banda.

Al Hércules se le han agotado ya las vidas extras y el próximo incidente protagonizado por los aficionados acarreará la clausura, parcial o total, del Rico Pérez.