Un aficionado del Hércules de 17 años ha sido detenido por, presuntamente, realizar gestos de carácter racista a un jugador del Atlético de Madrid B en el partido disputado el pasado 26 de octubre en el estadio José Rico Pérez.
La Policía Nacional ha arrestado al sospechoso, de nacionalidad española, por el comportamiento ofensivo en relación al origen racial de un jugador rival cuando este se acercó a la curva donde se encontraba la hinchada local para celebrar un gol.
El club blanquiazul ha informado en un comunicado que ha colaborado con el cuerpo en las labores de identificación y que se le aplicará el régimen interno del club, sin especificar hasta el momento cuales son esas medidas. El menor ya ha sido puesto en libertad bajo condición de investigado, quedando bajo la custodia de un familiar.
El suceso ocurrió cuando, tras el segundo tanto del equipo madrileño, varios aficionados herculanos, desde el sector donde se sitúan los seguidores más radicales, realizaron gestos y lanzaron papeles y mecheros a los jugadores del filial, impactando uno de ellos en la cabeza de un futbolista.
El colegiado activó el protocolo habitual en estos casos, con advertencia a los seguidores desde la megafonía del estadio, y señaló en el acta posteriormente cómo uno de esos objetos lanzados por el público impactó "en la cabeza de un jugador".
Los otros dos involucrados también fueron identificados con la ayuda del club herculano, siendo propuestos para sanción por la Ley del Deporte ante la Autoridad Gubernativa.
Toque de atención
Estos comportamientos le han costado al club una sanción económica de hasta 3.000 euros y el apercibimiento de cierre del estadio Rico Pérez por parte del Juez Único del Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
La justicia deportiva ha considerado los incidentes como falta grave por infracción del artículo 107.2, y advierte de apercibimiento de clausura, sin especificar si cierre parcial o total del estadio, en el caso de reincidencia de hechos análogos en lo que resta de temporada.
Esta es la tercera ocasión esta temporada en la que el Hércules es sancionado por incidentes de sus aficionados. El club fue multado con 600 euros por el lanzamiento al terreno de juego de un tornillo en el duelo ante el Intercity y, ante el Murcia, el colegiado tuvo que parar el partido cuando un seguidor tocó a un futbolista rival cuando se disponía a realizar un saque de banda.