Tres jornadas sin ganar en Liga, dos de ellas con derrota, y una eliminación de Copa ante el Ejea, conjunto de inferior categoría, han encendido las alarmas en el Rico Pérez.
El equipo que encandiló en los dos primeros meses de competición se está diluyendo con el paso de las jornadas, aunque su entrenador, Rubén Torrecilla, no aprecia motivos para la alarma.
El técnico cacereño reconoce el mal partido en Ejea, donde el Hércules tuvo la pelota "para sobarla, perderla y no para hacer daño", pero niega que exista una crisis o mala dinámica.
"En ningún partido nos han pasado por encima. Si viera eso, sí estaría preocupado", reflexiona el técnico del Hércules, que advierte que no hay tiempo para llorar las penas porque el calendario aprieta.
El Villarreal B, el conjunto más en forma del campeonato, ya asoma en el horizonte el domingo y Torrecilla confía en que en el Rico Pérez, donde el Hércules se siente "a gusto y es atrevido", se invierta la tendencia.
"No hay que alarmarse de nada. Alarmado tiene que estar el Manchester City, que lleva cuatro derrotas con los mejores jugadores del mundo, o el Alcorcón, que es recién descendido al que le pasan por encima", argumenta el extremeño.
Torrecilla recuerda que el Hércules es un equipo recién ascendido que juega con ocho o nueve jugadores del pasado curso, por lo que entiende que no puede ser más favorito que otras plantillas "hechas con el talonario".
"No estamos mal. Tenemos dos partidos en el Rico Pérez que si los ganamos nos pondremos cuartos, en playoff", reitera el preparador, que pide confianza para una plantilla que "ha hecho historia y está capacitada para jugar en esta categoría".
En cuanto al filial del Villarreal, rival el domingo, el entrenador cacereño asegura que es un filial "diferente" que cuenta con un delantero "en estado de gracia", en alusión a Eyong.
El técnico valora introducir alguna variante táctica para corregir errores puntuales, pero garantiza que el ADN del Hércules "no se va a perder nunca". "A mí el toquecito no me gusta un pelo, yo toco para buscar centros y acabar jugadas", detalla Torrecilla.
"Cuando vea que el equipo es diésel en lugar de gasolina, me aparto", asegura el entrenador, que señala la complejidad de una competición en la que todos los equipos aspiran a lograr el ascenso.
"Si la afición y el equipo van de la mano, los objetivos se consiguen seguro", sentencia el entrenador. La derrota en Ejea, además de una enorme decepción y un presupuesto económico que ya no se va a conseguir, deja efectos colaterales en forma de lesiones y molestias en varios jugadores.
La más preocupante de estas es la del pivote defensivo Mario García, que será sometido a pruebas para determinar el alcance de su lesión muscular. Nico Espinosa y Ret, con golpes y molestias, son dudas para el domingo.