El Eón Horneo Alicante abre este domingo, a las 12:00 horas en Ciudad Real, la segunda vuelta de la primera fase de una competición que debe conducirle a la pelea por el ascenso a la Asobal. El ambicioso proyecto alicantino está cumpliendo las expectativas, ya que es segundo en la tabla a solo un punto del liderato, aunque con más vaivenes de los esperados.
Los retrasos en las incorporaciones de algunas piezas claves, las lesiones y sanciones han impedido ver, salvo en contadas excepciones, el verdadero potencial de un equipo que aún no ha alcanzado la velocidad de crucero.
El entrenador del equipo, Óscar Guitérrez, quien ha permanecido ingresado esta semana en el Hospital de Alicante por una afección estomacal, hace un balance “muy positivo” del primer tramo de la competición, precisamente por la capacidad del equipo para revelarse contra todo lo que ha tenido en su contra.
“Es para estar contentos. Con todo lo que nos ha pasado y estamos donde estamos”, valora el preparador alicantino, a quien las lesiones de varios jugadores importantes, algunas graves como la de Paco Llopis, no han dado respiro.
Otro de los aspectos que valora Gutiérrez es la templanza que ha demostrado el Eón Horneo para asumir el rol de favorito al ascenso y no sentirse incómodo ni presionado. “Nos gusta el reto. Todos los equipos dan un nivel superior a su media cuando juegan con nosotros. Incluso el mismísimo Barcelona envió de viaje por la noche a tres canteranos que no utilizó con el primer equipo para que reforzaran a su filial ante nosotros. Eso nunca lo hacen”, presume el entrenador.
Puntos dobles
La segunda vuelta arranca con la visita a Ciudad Real. El objetivo del Eón es colarse entre los cinco primeros para entrar en la fase decisiva, a la que arrastrará los puntos que haya logrado ante los otros cuatro equipos de su misma competición en una liguilla en la que tendrá como adversarios a los otros cinco primeros clasificados del otro grupo.
El conjunto manchego fue, precisamente, el primero en dar un golpe de realidad al Eón Horneo en la primera vuelta al ganar en el Pitíu Rochel. “Lo que pasó en la ida es una motivación añadida. Nosotros llegamos en buena dinámica a ese partido, pero todavía no éramos un equipo nuevo y en construcción. Todos los rivales se motivan ante nosotros y más en nuestra pista. He revisado el partido y ese día cometimos errores que ya no suceden”, explica.
Es vital pasar a la siguiente fase con el máximo número de puntos posible ante rivales directos y Gutiérrez no tiene dudas de que el Ciudad Real será uno de los llamados a pelear por el ascenso. “Es importantísimo no dejarnos más puntos y si es posible recuperar el golaveraje”, asegura el preparador, quien considera que su equipo aún debe mejorar “en la lectura de los partidos”.
“Hemos dado ya muestras, como el día de Málaga, cuando jugamos de forma inteligente y con las armas que teníamos (solo seis jugadores de pista). Pero tenemos que saber adaptarnos mejor a lo que requiere cada situación y cada partido. Si lo hacemos y vamos recuperando efectivos podemos crecer todavía mucho”, explica.
Posiblemente, el partido ante el Ibiza, entonces líder, fue, en opinión de Óscar Gutiérrez, el “punto de inflexión” del Eón Horneo Alicante esta temporada. “Fue un partido muy serio ante un gran rival. Los jugadores se dieron cuenta de que tenemos que hacer las cosas muy bien en esta categoría para ganar porque todo está muy igualado”, reflexiona el alicantino.
Y de cara a esta segunda vuelta, Óscar Gutiérrez tiene clara la hoja de ruta. “Trabajar, mejorar y no perdonar puntos ante los equipos que van a estar arriba. Ser segundo o tercero al final no te va a dar ningún beneficio, pero sí haber ganado durante la competición a los que van a estar en la siguiente fase contigo”, resume.