Elche

El machismo sigue ligado al deporte y en concreto, al fútbol, donde cada fin de semana se suceden los insultos a las cada vez más mujeres que se atreven a pitar los partidos de fútbol. Ahora, una árbitra de la disciplina de fútbol sala va un paso más allá y denuncia que esta lacra no solo la ha venido sufriendo dentro, sino también fuera del terreno de juego

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Sara Diego Gallardo era, hasta hace un mes, delegada de árbitros en Elche, una de las delegaciones con mayor número de árbitros y la que más mujeres colegiadas había en toda la Comunidad Valenciana. Sin embargo, a ella la han cesado de su cargo y su compañera Rosa Ferrández Ros ha dimitido como colegiada de dicha delegación después de que no solo no la ascendieran de categoría pese a superar las pruebas físicas y teóricas, sino que la descendieron como asistente.

Ambas acusan al vocal del comité técnico de árbitros de la Comunidad Valenciana de la Federación de Fútbol valenciana, Francisco Rodríguez García, de haber actuado en contra de ellas por ser mujeres; él lo niega con rotundidad. 

"El problema viene desde 2019, cuando Paco es colocado como vocal", avanza Sara, quien ha estado en el puesto de delegada local desde 2013. "Con la anterior directiva no me sentía desplazada, al contrario, me animaban, pero Paco me ha intentado hacer la vida imposible, poniéndome pegas en todo momento e intentando que fallara para justificar así mi destitución", relata. 

"Yo siempre he sido una mujer que dice las cosas a la cara y el 1 de marzo tuve que enviarle un email ya que, en una reunión que tuvimos por zoom con árbitros y delegados, me fue imposible hablarle", añadía Sara Diego en una queja formulada recientemente al Ministerio de Igualdad. "Todo fueron desprecios y no me dejaba hablar para explicarle ciertas situaciones del Comité de Elche", explica.  

"A mi parecer, veo evidencia de discriminación a mi como mujer, por varios comentarios que siempre ha hecho el vocal y el presidente del Comité técnico, el cual, como se puede comprobar, lo apoya plenamente porque lo ha vuelto a asignar como vocal de futbol sala", añadía en el escrito.

Sin ascenso para Rosa

Una de las gotas que colmó el vaso de esta tensa relación fue el caso de la árbitra Rosa Ferrández, desde hace 13 años en la delegación de Elche, explica ella a este medio. También hace un mes presentó su renuncia tras no haber subido de categoría, a 3.ª División, pese a aparecer en el listado como que las había superado. Para su sorpresa, la acabaron descendiendo como asistente de 1.ª División. "Me presenté a las pruebas, las pasé con nota y no subí porque a Paco no le dio la gana", sentencia. 

Rosa Ferrández, como árbitra en un partido.

"Yo estaba mal vista por él porque no le he seguido el rollo", asume. "Él no ha dicho abiertamente nunca que no le gustan las mujeres, no lo ha dicho con palabras pero sí con actos", añade. 

Ante esta situación, Sara -quien reconoce la amistad que le une a Rosa- le preguntó a Francisco Rodríguez qué había pasado con esta árbitra. "Me contestó que había sido porque no había 'necesidad' de más árbitros en 3.ª División, cuando en fecha 31 de Julio de 2019, tuvieron que 'repescar' a árbitros (hombres) de esa categoría que ya no podían pitar porque se habían pasado de la edad establecida para ello y que a día de hoy siguen arbitrando dicha categoría", indica.

La versión de Francisco 

Preguntado al vocal de los árbitros valencianos, Francisco rechaza las acusaciones de Sara y de Rosa y explica que, en las decisiones que se han adoptado sobre ellas, no ha jugado ningún papel el hecho de que sean mujeres

"Entre las prerrogativas de mi cargo, cuando accedo, es sumar equipos de confianza y yo al principio a Sara la dejo como está", sostiene en alusión al cargo de delegada. "Pasa la pandemia y después voy dando directrices de que va a haber cambios en la forma de funcionar", añade.

"Ella es consciente y sabe que yo le había dicho que había cosas de que no las estaba haciendo como debe", avanza sobre su destitución que enmarca dentro del proceso de reestructuración por el cual las numerosas delegaciones locales están siendo suprimidas para aglutinarlas en tres provincias: Alicante, Valencia y Castellón". 

"Yo no puedo hacer nada ante esa orden que viene de arriba, así que tras suprimir la delegación de Benidorm, cuyo delegado también apreciaba como apreciaba a Sara, y la de Alcoy, decido cambiarla a ella por otro compañero porque de momento no vamos a suprimir la de Elche porque, a diferencia de las anteriores, tiene muchos árbitros", reconoce. 

De hecho, con 18 colegiados hombres y 7 mujeres, Elche tenía más árbitros que la de Castellón o la de Alicante y la que más árbitras había, hasta la destitución de Sara y la salida de Rosa. 

La destitución de Sara

"No la he cesado porque sea mujer y puedes preguntar a quien quieras", alega el que fuera también árbitro de fútbol. "Sara siempre ha dicho que iba a por ella y no es cierto, lo que sí que es cierto es que ha puesto a mucha gente en mi contra", asegura. 

"Es más, ella me recriminó que le diera explicaciones, pero ella tampoco me la pidió", explica. Sara, por su parte, recuerda que cuando Francisco le llamó para comunicarle su destitución, estaba en el trabajo, por lo que no pudo preguntarle más cosas, solo quedó en despedirse de sus compañeros en una reunión que iba a celebrarse días después. Allí, asegura Sara, sí le pidió explicaciones y él no se las dio.  

Sobre Rosa, se defiende diciendo que "esto ocurre siempre, el que sube está muy contento y el que no sube porque es culpa de otro". El caso concreto de Rosa, aduce, "a través de Sara" decide en la temporada 20-21 "que quiere dejar ser asistente y quiere arbitrar". Así que la ponen en regional preferente, "la antesala de 3.ª División.

"Ella, tras pitar 4 o 5 partidos, se presenta al ascenso. Pasa las pruebas físicas y el examen, tengo que hacer una puntuación y no queda entre las 5 primeros o primeras, sino que queda la sexta", comenta. "Y no es por ser mujer que se haya quedado a las puertas porque otra chica de Elche, María, sí ha subido de 3.ª a 2.ª B, que es algo que le recriminé a Sara cuando me pidió explicaciones", se defiende.

89% de hombres en la directiva

Explica Sara que su caso y el de Rosa se explican, entre otros motivos, porque la junta directiva del comité de árbitros está formada en un 89% por hombres. En su queja a Igualdad, la exdelegada denuncia que es así porque "los asambleístas que tienen que votar esta directiva, los votan ellos mismos" y adjunta como prueba un email que le enviaron para autorizar el voto no presencial "y que ellos votaran en mi nombre, sin saber ni siquiera la lista de los electos o elegibles". 

"Paco actúa mucho a dedo", agrega Rosa. "Para mi es una dictadura lo que tiene montado, lo maneja todo a su antojo y si le bailas el agua y sigues sus pautas, como hacen otros árbitros hombres y árbitras mujeres, llegas lejos; pero como le lleves la contraria, no vas a ningún lado".

A este respecto, Francisco Rodríguez defiende que es la junta directiva la que es elegida "democráticamente" y luego, cuando se constituye un equipo de trabajo en vocalías como las suyas, el presidente "pone a dedo" a su personal de confianza, como es su caso. "Evidentemente he sido puesto a dedo y los delegados los pongo yo, así funciona", concluye.