El peleador entrena en el gimnasio Climent Club.

El peleador entrena en el gimnasio Climent Club. J.V M.H

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Franco Tenaglia, el peleador que sobrevivió a la mafia albanesa y entrena con Topuria en Alicante

El argentino, conocido como 'El Rey de la Calle', ha encontrado su lugar después de pasar por la pobreza, la cárcel y estar a punto de morir.

10 marzo, 2024 06:07
Alicante

A lo largo de la vida uno se puede encontrar con tipos duros a los que es mejor no enfadar, pues bien, Franco Tenaglia, 'El Rey de la Calle', es el hombre de Alicante que asustaría hasta al más malo. A sus 27 años de edad ha vivido mil vidas en una sola. Ha sido rico y pobre, ha dormido en la calle, en una lujosa casa de Londres y en la cárcel, ha peleado en clubs de estriptis y en las mejores compañías, ha trabajado para la mafia albanesa y ha estado a punto de morir en varias ocasiones. Estas experiencias han forjado un peleador único que se deja la vida en cada combate como si de un gladiador romano del siglo XXI se tratara. 

Su imponente presencia, combinación de músculos, tinta y cicatrices, son lo de menos teniendo en cuenta sus habilidades para luchar. Natural de Buenos Aires, ahora reside en la Costa Blanca atraído por la Meca de los deportes de contacto, el gimnasio Climent Club de Alicante, centro de entrenamiento del nuevo campeón del mundo de la UFC Ilia Topuria.

Tenaglia vive ahora su mejor momento. Está llevando sus conocimientos en artes marciales al siguiente nivel con la ayuda de los hermanos Agustín y Jorge Climent y se ha convertido en uno de los guerreros más famosos de toda España, acumulando cientos de miles de seguidores en sus redes sociales.

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A pesar de trasformarse en una máquina de matar a la hora de enfrentar a un adversario, el argentino es un chico sencillo. Tenaglia recibe a EL ESPAÑOL de Alicante con hospitalidad en el gimnasio donde ultima su preparación para su próximo reto, el combate por el título de bare knuckle el 6 de abril, en BKFC 60, en Reino Unido frente a James Lilley. El bare knuckle comparte las reglas del boxeo, pero se practica sin guantes, con golpes mucho más poderosos y dañinos, tanto para el que los recibe como para quien los lanza.

Este detalle no supone nada para alguien que ve la pelea como "un estilo de vida, es por lo que me levanto cada día. Desde que nací siento que es lo mío, es algo muy loco, lo tengo dentro, es ancestral, no recuerdo un día sin no querer pelear. Me preparo todos los días y estoy acostumbrado a los golpes sin guantes, tengo muchas peleas callejeras", señala. 

Franco Tenaglia posa delante de una pintura de sus nuevos entrenadores, Jorge y Agustín Climent, en el Climent Club.

Franco Tenaglia posa delante de una pintura de sus nuevos entrenadores, Jorge y Agustín Climent, en el Climent Club. M.H

Uno no se gana el apodo de 'El Rey de la Calle' así como así. Donde mejor se siente Tenaglia es en las peleas clandestinas y callejeras, algo que ha hecho durante toda su vida. Para él, "son más divertidas sin tantas reglas, porque es una experiencia con mucho más riesgo y adrenalina, y tienes que estar pendiente a más cosas, es algo muy interesante para la mente y el cuerpo".

"Me llaman 'El Rey de la Calle' por el pasado que tuve y el éxito que conseguí peleando en combates organizados por mafiosos, eran en la calle la mayoría y en naves", indica el argentino, quien también ha peleado en eventos sin reglas donde se podía derrotar al rival de cualquier forma. Una de sus batallas más famosas y con más reproducciones en YouTube fue precisamente una en la que ganaba a su adversario dándole cabezazos.

Una vida de película

Comenzó a pelear en clubs y en entornos clandestinos en Gales tras un fallido viaje a Nueva Zelanda y después de trabajar unos meses en Canarias. Una vez en el Reino Unido, empezó a entrenar para hacerse un hueco en el deporte, pero rápidamente se quedó sin dinero. En ese momento decidió comer solo bananas, atún y agua para ahorrar. Cuando se le terminó el dinero para pagar un hostal, comenzó a dormir en su gimnasio de 2 a 5 de la mañana y cuando volvía la gente se iba a un parque a seguir descansando.

Tras un tiempo trapicheando y viviendo en una mezquita galesa, se fue a Londres y comenzó a trabajar para la mafia albanesa a través de unos contactos. Una de esas misiones le llevó a Alemania, donde tenía que vigilar que no entraran a robar marihuana. El plan le salió mal y pasó seis meses en la cárcel.

Una vez fuera, escaló posiciones por haber sido leal y empezó a hacer más encargos mientras vivía cómodamente en una buena casa de la capital inglesa, se iba de viajes y tenía tiempo de sobra para centrarse en el entrenamiento.

El trabajo estaba bien pagado, pero implicaba grandes riesgos que pusieron su vida al límite en varias ocasiones. Mientras vigilaba una nave otra banda le asaltó y persiguió con machetes, salvándose por los pelos. A la semana de ese suceso, los mismos atacantes lo embistieron con una camioneta en un parque céntrico de Londres y lo mandaron al hospital tres semanas. Así, un grupo de pakistaníes le hizo una emboscada cuando iba a una boda y le golpearon entre varios para intentar matarlo en plena calle.

Tenaglia espera estar en la UFC en un año.

Tenaglia espera estar en la UFC en un año. M.H

El peleador dejó esa vida antes de que fuera demasiado tarde y vino a España, no sin antes ser amenazado a punta de pistola por su propia mafia. En total, estuvo tres años en la organización criminal. "La necesidad hace al hombre y a veces nos encontramos en situaciones muy extremas en las que cualquier persona haría de todo para sobrevivir, ya pagué por lo que hice, el deporte me salvo la vida", asegura.

Llama la atención que después de tantos malos tragos no los recuerde como negativos: "Todos los momentos son los mejores, son necesarios porque nos llevan a aprender, he pasado por muchos tipos de pobreza, no solo económica, salir de ahí y ahora estar disfrutando de frutos que sembré hace años es muy divertido".

"Estoy más centrado, antes era más joven y ahora tomo las decisiones sin tantos errores, porque viví equivocándome y lo voy a seguir haciendo, cada uno trata de minimizarlos y acertar", afirma el deportista.

"Alicante es la mejor ciudad del mundo"

Franco Tenaglia por fin ha encontrado la paz en Alicante, ciudad que define como "la mejor del mundo. Viajé por todos los lugares y está ciudad es hermosa, tiene un balance perfecto y el nivel más alto del mundo ahora en artes marciales".

Al sol, las playas y la comida se suma que es la ciudad con el gimnasio más de moda en el planeta gracias a Ilia Topuria. El argentino ve en el ya luchador español un ejemplo a seguir y se siente identificado al ver lo que ha conseguido viniendo desde lo más bajo. "El estilo de Ilia es más técnico y el mío es más agresivo", apunta Tenaglia, quien se ve en la UFC "en un año".

El Climent Club le encaja como un guante. "Está lleno de inmigrantes, de chicos de afuera, es la familia que uno no puede tener cuando estás viajando, todos vamos por el mismo objetivo, es más que un club".

La fama no le ha cambiado, lo único que nota diferente es que se saca "más fotos y saludo a más gente". Con historias para llenar un libro, Franco acaba de comenzar su nuevo capítulo en Alicante, donde, a pesar de todo, trata se seguir siendo "un chico sencillo".