El futuro incierto que pesa sobre el Mediterráneo se vislumbra entre dos aguas. Por un lado, el de los peces, amenazados de extinción por la sobrepesca; y por otro, el de los pescadores, que creen que van a quedarse sin trabajo con la inclusión de España al Plan Plurianual Comunitario para la gestión sostenible de poblaciones concretas.
La preocupación existe en el sector, que ha vuelto a concentrarse el pasado viernes en Santa Pola, donde se manifestaron miembros la cofradía de la localidad, la de Villajoyosa, la de Calpe y Cartagena; planean nuevas movilizaciones en Valencia y en Madrid.
La Cofradía de Pescadores de Santa Pola, con 38 barcos de arrastre y 70 de artes menores, está llevando la voz cantante de las protestas porque está en juego, dicen, solo en esta localidad de la comarca del Baix Vinalopó, el sustento de 600 familias cuyos empleos dependen directamente de este negocio, y de entre 1.500 y 2.000 trabajadores de manera indirecta.
Sobreexplotación
Ante una problemática como esta, no hay que ignorar los avisos de los indicadores. Según los datos de la Comisión Europea, el 87% de las poblaciones de peces del Mediterráneo están sobreexplotadas. De hecho, como recuerda la ONG Oceana, el informe SOFIA 2018 de la FAO sitúan la región del Mediterráneo y Mar Negro en primera posición mundial en cuanto a porcentaje de poblaciones explotadas a niveles biológicamente insostenibles.
Así, un estudio publicado en la revista Nature observaba una reducción del 34% en la abundancia de importantes especies comerciales y no comerciales entre 1950 y 2011, y un declive del 41% de depredadores.
Las especies con más valor comercial del Mediterráneo, como la merluza, el salmonete de fango, la cigala, la gamba blanca y la gamba roja, sufren una sobrepesca que llega a ser más de 10 veces superior a los niveles considerados sostenibles, sostiene esta fundación.
En el caso de España, los científicos recomiendan reducciones de capturas de
hasta el 82% para que esa explotación sea sostenible. El país cuenta, en la actualidad, con 2.341 barcos operando en aguas nacionales en el mar Mediterráneo, de los que 1.488 son de artes menores. Sin embargo, el 69% de la capacidad pesquera corresponde a los 589 buques de arrastre que faenan en estas aguas, como es el caso de una parte de los de Santa Pola.
Plan Plurianual
Para evitar la sobreexplotación de las especies que viven cerca del fondo marino en aguas como las de España, Italia o Francia, la Unión Europea ha venido trabajando en un Plan Plurianual para la pesca demersal en el Mediterráneo Occidental, una norma de la que reniegan las ONG y activistas conservacionistas, por ser "poco ambiciosa y perpetuar un modelo pesquero ineficaz".
Y en el otro lado de la orilla está el sector pesquero, que considera la medida europea, y su transposición española, como "una reconversión encubierta en contra de la pesca de arrastre", señala Ángel Luchoro, Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores de Santa Pola.
Explica Luchoro que la UE les está instando a una reducción del esfuerzo pesquero, esto es, de días de trabajo, por lo que van a tener que pasar estar trabajando entre 218 y 230 días al año a un 40% menos, a razón de un 10% menos cada doce meses. Por lo que en el año 2025, que es el horizonte máximo propuesto por Europa, "vamos a poder trabajar solo 5 o 6 meses".
Considera el presidente de la asociación pesquera que están ante una reducción "que no va a poder soportar nadie" porque un armador no puede estar "solo 5 meses amarrado al puerto" sin faenar. "¿Qué pasará? Que desaparecerán las flotas porque este decreto es inviable, y con ellas las cofradías cuyo aportación depende del 90% de los barcos", vaticina.
Reducción de flota
Luchoro insite en la entrevista en que España, desde 2010 a 2021, ha reducido un 60% de su flota pesquera que opera en el mediterráneo, motivada, en parte, por la falta de oportunidades y de un futuro halagüeño para el sector.
"Por eso le dijimos al gobierno de España que recuerde a la UE que ya hemos hecho los deberes, porque hemos sido más restrictivos que Francia o Italia.", insiste el representante de la patronal pesquera.
También se queja Luchoro que la orden ministerial española "es más restrictiva que la europea", que considera "más flexible". "Pedimos al gobierno español que derogue la orden, que no baje de 190 días de trabajo al año, que no haya separación entre pesca costera y profundidad porque este año ya no es viable para nosotros económicamente", sentencia.
Apoyos políticos
Partidos como el PP y Vox han venido apoyando al sector pesquero. A la concentración del viernes acudió la alcaldesa de Santa Pola, Loreto Serrano, el anterior presidente de la Diputación de Alicante y actual diputado nacional, César Sanchez y los también diputados en Madrid Macarena Montesinos y Agustín Almodóbar.
También les ha acompañado el vicesecretario de Organización del Partido Popular
de Alicante, José Antonio Roviera, el diputado provincial, Juan de Dios Navarro y la
diputada autonómica, Elisa Díaz.
Loreto Serrano ha apuntado que “no podemos permitir que desde los despachos se impongan medidas que acabarán con las empresas pesqueras, recortando días de trabajo y afectando a muchos puestos de trabajo de forma directa e indirecta".