Jóvenes Agricultores ASAJA Alicante ha agradecido este viernes el que considera "un buen trabajo realizado estos días por la Unión Europea con el presidente norteamericano, Joe Biden", que ha permitido dar "una tregua" al campo español con la suspensión por parte de Estados Unidos por cinco años de los aranceles a los productos agroalimentarios de la UE.
De esta forma, esta asociación recuerda que se pone fin a 17 años de disputas en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OCM) derivadas de las ayudas a Airbus y Boeing, su homólogo estadounidense. Disputa que llevó a una guerra comercial que han pagado los agricultores con unos gravámenes impuestos a sus productos de un 25% desde octubre de 2019.
Atendiendo a los datos barajados por la US International Trade Commission (USITC) –el organismo estadounidense que se encarga de recoger los datos de importación de EE. UU.–, en la campaña 2010/2011 se exportaron 60.783 toneladas de clementinas y mandarinas españolas a Estados Unidos, mientras que en la campaña 2019/2020 se desplomó hasta las 45 toneladas. La clave para la expulsión de las clementinas españolas del mercado estadounidense, ha sido el arancel adicional del 25% ad valorem sobre este producto introducido por el Gobierno de EE. UU. justo antes del inicio de la campaña de exportación 2019/2020.
Según datos de ASAJA Alicante, en la zona productora de limón del sureste, que comprende el sur de Alicante y Murcia, en la campaña 2018/2019 se exportaron 20.000 toneladas, por valor de 40 millones de euros, y al llegar los aranceles, la exportación cayó a cero, por lo que el descalabro en el valor económico de las exportaciones en el limón de esta zona productora fue de un 100%.
“Desde Asaja recordamos que EE. UU. es un destino interesante y estratégico para nuestras producciones. Por ello, el principal daño ha venido de la mano de las posibilidades frustradas ante la apertura de un nuevo mercado con gran potencial. Con estas tasas a nuestros productos, las exportaciones fueron mínimas y se nos hizo imposible competir con los países de Mercosur que están más cerca y no sufrieron esos gravámenes", afirma el presidente de Jóvenes Agricultores ASAJA Alicante, José Vicente Andreu.
"El trabajo ahora está en volver a recuperar este mercado, tanto por parte del buen hacer de nuestros productores, como por nuestras Administraciones, que esperamos faciliten el camino a los agricultores y exportadores con la mayor de las voluntades”, ha añadido.
Reactivación de las exportaciones
El fin de estos aranceles va a suponer, previsiblemente, la reactivación inmediata de las exportaciones al que, después de Europa, había sido hasta el 2019 el mercado principal. "Sin duda, un destino estratégico para las exportaciones españolas de naranja, mandarina y limón. Por ello, estamos ante una buena noticia y supone un respiro que pone fin a una injusticia histórica por desleal y arbitraria. Esperamos que esta medida llegue a los agricultores y no solo alcance o beneficie a los exportadores”, denuncia Andreu.
Más afectado se ha visto el sector vitivinícola alicantino. La subida de aranceles en un 25% de impuesto adicional a los productos agroalimentarios españoles provocó inestabilidad en el sector porque EE. UU., aparte de ser el tercer cliente, por detrás de Alemania y China, es un mercado estratégico y estaba en continuo crecimiento.
Así, en la anterior campaña a los aranceles se registraron unas exportaciones de 485.542 litros embotellados, con un valor de 2,03 millones de euros y, desde entonces, la exportación al país americano se ha reducido. Los caldos que más se han visto perjudicados son los de gama baja, ya que este incremento en el precio los dejó sin capacidad de competir.
Aceite de oliva
En lo que respecta al aceite de oliva, antes de la imposición de los aranceles, las cifras de aceite exportado desde la provincia a EE. UU. eran prácticamente testimoniales: 17 toneladas, por valor de 150.000 euros. Sí que estaban aumentando los contactos y relaciones, que esperábamos diesen frutos a corto plazo y que se vieron tajantemente frustradas por la arbitraria decisión de Trump.
“Lamentablemente, Estados Unidos es un mercado que todos los aceites producidos en España se habían marcado como objetivo exportar. Por su parte, las pequeñas exportaciones que se hacían desde la provincia perdieron el valor añadido de enviar aceite embotellado”, destaca Andreu.