La reactivación de los viajes de Reino Unido a España se ha topado con la expansión de la variante india del coronavirus, más contagiosa que la cepa tradicional, y la escrupulosa desescalada programada por el Gobierno británico, que ha retrasado de manera constante sus planes para retomar los viajes al extranjero.
Estos dos factores han pospuesto sine die la inclusión de nuestro país en la lista de destinos en verde, es decir, aquellos a los que los ciudadanos de Reino Unido puden viajar sin tener que pasar una cuarentena al volver a su país. Solo Baleares ha tenido un trato diferenciador, a pesar de que a los viajeros se les exigen tres PCR: una para salir de territorio británico, otra para volver y una tercera unos días después.
Mientras, Europa ha puesto en funcionamiento los certificados Covid, pasaportes que ofrecen garantías de libre movimiento entre países de la Unión en uno de tres supuestos: si se ha recibido algún tipo de vacuna, si se ha pasado el coronavirus recientemente y generado anticuerpos, o si se aprueba una PCR negativa.
Fuentes del sector turístico explican a EL ESPAÑOL que ya existen negociaciones entre Bruselas y Reino Unido para implementar algún tipo de documento que permita viajar entre los dos territorios.
La prensa británica dice que afectará a los ciudadanos inmunizados, aunque se da por hecho que se implementará algún tipo de medida adicional como la presentación de pruebas de diagnóstico.
Y aquí es donde operadores británicos, los principales proveedores de turistas a España, han empezado a mover ficha para incluir los precios de estas PCR en los paquetes. La idea es contratar volumenes muy altos a laboratorios para poder rebajar el coste que tiene cada test y cumplir así las exigencias de seguridad de las autoridades europeas.
Mientras tanto, destinos tradicionales de los británicos como el sol y playa valenciano continúan esperando. En ciudades como Benidorm los ingleses suponen hasta el 40% de la ocupación, y la patronal hotelera Hosbec ya han indicado que no se podrá volver a la "normalidad plena" hasta que no se recupere este mercado. Aproximadamente un tercio de los turistas internacionales que llegan a la Comunidad proceden de Reino Unido.
De momento es el turismo nacional el que está tirando del carro, y cerrando unas ocupaciones semanas en la Costa Blanca del 60%, aproximadamente. Los empresarios turísticos consideran que la respuesta "está siendo mejor de lo esperado" y que "este verano será mejor que el de 2020", aunque la tendencia a contratar a última hora está complicando la planificación de la temporada.