La Asociación Provincial de Hoteles y Alojamientos Turísticos de Alicante (APHA) quiere mostrar su total oposición a la propuesta emitida ayer por la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, Mónica Oltra, sobre la imposición de una tasa turística para visitar la Comunidad Valenciana.
Por una parte, APHA considera absolutamente inoportuno abrir el debate sobre este nuevo impuesto en un momento en el que "las empresas del sector están luchando denodadamente para asegurar su propia supervivencia, inmersas todavía en la mayor crisis turística ocurrida jamás. El paréntesis estival no puede ocultar que aún son muchos los establecimientos hoteleros y alojamientos que se enfrentan a un futuro incierto", expresan en un comunicado.
La clientela internacional, clave para mantener operativos los negocios turísticos, "aún se mueve en niveles muy inferiores a los momentos previos a la pandemia". Sirva como referencia que, según lo anunciado por la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, se prevé que el PIB turístico de este año se aproxime al 50% del de 2019.
De la misma forma, el empleo en el sector aún se sostiene, en buena medida, gracias a los ERTE, cuya prórroga será imprescindible si se quiere evitar una destrucción irreversible de puestos de trabajo. Se trata, por tanto, de un difícil contexto que está exigiendo lo mejor de cada empresa y también reclama la máxima responsabilidad de cada servidor público para afianzar uno de los pilares de la economía valenciana.
Por otro lado, consideran "inasumible" la cuestión de fondo. Gravar con una tasa, como si de un artículo de lujo se tratase, una de las conquistas sociales del Estado del Bienestar "resulta inconcebible", definden desde la patronal. Además, hablan de las vacaciones pagadas como un hecho clave en el desarrollo del sector. "Sólo cuando la clase trabajadora accedió al descanso remunerado florecieron y se consolidaron los destinos turísticos en el Mediterráneo de España y la Comunitat Valenciana".
"Las vacaciones no son un privilegio, son un derecho social", manifiestan. APHA ve la tasa como una multa más que como un impuesto. "No resulta aceptable hacer sentir a quienes eligen pasar unos días entre nosotros que su estancia representa una molestia para los valencianos y que deben compensarla con una tasa/multa", explica la patronal.
El comunicado habla de tener precaución con este tipo de impuestos, que podrían afectar positivamente a la competencia, países que los turistas pueden visitar sin necesidad de pagar ninguna tasa. "Incrementar el coste del alojamiento a cambio de nada no es un argumento defendible ni aceptable", expresan.
En la misma línea, el comunicado habla de conceder prioridad a la solución de otros problemas como las actuales restricciones sanitarias. " A día de hoy, las exigentes limitaciones de aforo y otras inexplicables medidas como la obligación de que los cócteles sean sentados o la imposibilidad de hacer coffee break en la misma sala de la reunión se traducen en la pérdida de convenciones e incentivos que acaban celebrándose en comunidades autónomas que admiten este tipo de servicios", afirman.
Por último, la Asociación exige que el Consell ponga fin a esta polémica y oriente sus políticas a estabilizar definitivamente la actividad turística, así como a velar por el mantenimiento del empleo y las oportunidades. De esta forma, APHA se une así a la reivindicación de otras asociaciones del sector turístico, que no están de acuerdo con la iniciativa planteada por Mónica Olta (Compromís).
La vicepresidenta del Consell insiste en la necesidad de implantar una tasa turística en la Comunidad Valenciana, y asegura que "las personas que viajan, no van a dejar de hacerlo" por la puesta en marcha de un tributo de este tipo. Además, añade que los beneficios obtenidos de la recaudación de este impuesto, se destinarían en la promoción de viviendas para jóvenes o ayudas al alquiler para "favorecer la emancipación".