"Nunca debió de entrar el recurso agua en el juego de salón político, nunca debió la transparencia del agua enturbiarse con turbia dialéctica política. La Región de Murcia, Alicante y Almería no pueden ver reducidas sus expectativas de agua del Trasvase en un cincuenta por ciento". Con esta contundencia se han expresado mediante un comunicado los regantes del trasvase, que una vez vuelven a exigir al Gobierno él final del recorte de transferencias hídricas.
Según explican, "esta pasada semana celebrábamos sin grandes actos el cuarenta y tres aniversario de la llegada de las primeras y solidarias aguas del Tajo a la cuenca del Segura", en un contexto de continuos ataques a la infraestructura hídrica.
Afirman que "en cualquier parte del mundo agua es sinónimo de vida, de posibilidades de vida, de generación de modos de vida, en definitiva, de progreso y desarrollo. En las regiones más áridas de Europa, Alicante, Almería y Murcia, supimos entender rápidamente el modo de vehicular esa agua y orientarla al desarrollo social y económico, no solo de nuestras provincias, sino de la propia nación española".
Por eso subrayan que "el equilibrio que las aguas del Trasvase aportan al sistema de mezcla de tarifas y de calidades de recursos es primordial para el sostenimiento social y económico de nuestras provincias. Se puede coexistir con otros recursos, pero no vivir en ausencia de Trasvases".
Argumentan también que "el Levante vive en un permanente equilibrio medioambiental, económico y social basado en la multiplicidad de recursos, cuyo pilar indiscutible es el agua del Trasvase".
Responsabilidad
Los regantes explican que "somos sociedades responsables que desde hace años vivimos inmersos en la escasez de recursos sin llegar, ni de lejos, al límite del crecimiento empresarial y poblacional que nuestro prodigioso clima podría permitirnos, en un claro ejercicio de compromiso por el equilibrio medioambiental".
Y añaden: "Conscientes como nadie de la escasez, hemos inculcado y asumido generación tras generación el ahorro de agua como una forma de entender y proyectar a futuro la vida. El ahorro en los hogares, en los negocios, en las huertas es la marca resiliente que caracteriza al Levante español".
"El esfuerzo llevado a cabo durante cuarenta y tres años por ciudadanos de a pie, administraciones, comunidades de regantes, agricultores, ganaderos, empresarios y cooperativas de todos los sectores en aras a conseguir la que, quizá, sea la economía orientada al agua más circular de Europa y del mundo, ha pasado desapercibido fuera de nuestras fronteras y en ocasiones dentro de ellas también", le espetan al Gobierno.
Por esta razón, destacan que "de consolidarse el borrador de Plan Hidrológico del Tajo, serían 105 millones de metros cúbicos de agua (lo que traducido a litros representa cien mil millones de litros anuales). Esa reducción del Trasvase Tajo-Segura prevista, ¡para ya!, afectaría al conjunto del regadío dependiente del acueducto. Todas las dotaciones se verían reducidas y, en definitiva, el conjunto de uno de los regadíos más sofisticado y sostenible del mundo podría peligrar".
Y alertan: "Existe un añadido de restricción a las posibilidades futuras de abastecimiento de las más de dos millones y medio de almas que habitamos y bebemos en nuestros hogares, agua del Trasvase Tajo-Segura".
"Las pérdidas de empleo, por desgracia, no son precisables por mucho que nos empeñemos en hacer números. Uno, mil, cinco mil o quince mil, desempleados, más que cifras suponen una, mil, cinco mil o diez mil dramas familiares y sociales que, independientemente de los difíciles momentos que vivimos, estas provincias no se pueden permitir ni siquiera a futuro", aseguran los agricultores.
Un Tajo "con salud"
"Queremos que el Tajo goce de buena salud, que los ríos disfruten de aguas en buen estado ecológico -es comprensible, bebemos y regamos de ellas- pero sabemos y hemos demostrado científicamente que es posible conseguir ese objetivo con unos caudales menos elevados de los que pretende la Confederación Hidrográfica del Tajo y que acarrearían las consecuencias antes descritas para nuestras sociedades", sostienen.
"Pedimos al Estado que no mire de soslayo a nuestras provincias, que deje de poner en riesgo nuestro presente y el futuro de los nuestros. Que planifique los ríos sobrevolando intereses políticos que nada tienen que ver, en ocasiones, con los intereses de la sociedad real", añaden.
Para concluir: "Somos levantinos, hemos hecho, con lealtad, los deberes que el Estado nos encargó con respecto al agua que nos encomendó cuidar. Ahora decimos no, no podemos cruzar esa nueva línea roja de la planificación del Tajo, porque está en juego parte de nuestro futuro".