La inflación desatada, con un incremento del Índice de Precios al Consumo (IPC) de 9,8 puntos en el mes de marzo, apuntan a una pérdida de poder adquisitivo sin precedentes para las familias españolas. En el caso de la provincia de Alicante, los datos indican que sus trabajadores se enfrentan a la crisis en clara desventaja respecto al resto del país, básicamente porque ganan menos que la media nacional.
¿De cuánto estamos hablando? Según los datos de la Agencia Tributaria, los alicantinos percibieron en 2020 una media de 16.897 euros, 3.606 euros menos al año que el conjunto de los españoles (20.503). Este dato se traslada también a las pensiones: los jubilados alicantinos ingresaron 13.987 euros, mientras que en España el dato fue un 13 % superior (15.941).
No solo eso. Tal como publicó EL ESPAÑOL, la proyección del IPC de la provincia en el tercer mes del año supera los diez puntos (10,1 %), por encima de la media nacional. Según el director de Estudios del Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca), Francisco Llopis, esto se debe a que la provincia siempre sigue la misma tendencia: "Crece más cuando en España sube y baja más cuando en España baja".
En este sentido, el crecimiento del IPC de febrero a marzo es también de récord: 2,2 puntos, el mayor de toda la serie histórica y solo superado por la subida de noviembre de 2021 (1,9 %). Esto quiere decir que no solo los alicantinos están peor preparados para afrontar la crisis: también han perdido más poder adquisitivo si se compara con el resto de españoles.
Respecto a la evolución de la pensiones, Ineca destaca que un asalariado medio alicantino ingrese un 20,8% más que un pensionista. "La diferencia entre salario y pensión se ha ido reduciendo en la provincia de Alicante, al menos desde comienza de siglo".
En el año 2000, por ejemplo, un trabajador alicantino ganaba más que un 67,1% que un jubilado. En términos absolutos, en 2020 un asalariado ingresó 2.910 euros más al año que un vensionista, mientras que esa diferencia dos décadas antes era de 4.472.
Un problema "de modelo"
Para Llopis, los bajos salarios de Alicante son "una muestra clara del tejido productivo" que tiene la provincia, muy dependiente del turismo y de los servicios, y cuya "única solución" pasa por un cambio de modelo que no parece que vaya a materializarse a corto plazo.
Ineca ya presentó a principios del mes de marzo un informe en el que explicaba que, aunque el modelo productivo alicantino es muy heterogéneo, le falta capacidad para competir en mercados nacionales e internacionales.
Ante esto, el lobby propuso aumentar la demanda de productos 'Made in Alicante' en un 5 %, lo que permitiría generar unos 45.500 puestos de trabajo nuevos y supondría aumentar la renta per cápita provincial en 1.300 euros. La provincia lleva 20 años en las posiciones de cola de España tanto en PIB per cápita como en los datos del paro.