El Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (Ineca) hizo público ayer, junto con el informe de coyuntura económica provincial del primer trimestre del año, un amplio estudio sobre la evolución en lo que va de siglo. Y los datos no son muy alentadores en algunos parámetros. Pero permite analizar las fortalezas y debilidades económicas de la provincia.
Así, si Alicante ha pasado en 22 años de ser la provincia 27 (de 52) en renta per cápita de España a la 44, también es cierto que no sólo ha mantenido su peso en el conjunto del PIB español, sino que ha adelantado un puesto desde el sexto de principios de siglo al actual quinto.
Lo hace a costa de Bizkaia, que pierde dos puestos en favor de Sevilla, que pasa a la cuarta posición viniendo de la quinta y Alicante que estando la sexta en el año 2000 ahora figura en quinta posición. Incluso por encima de sus más directas competidoras: Islas Baleares, Murcia y Málaga.
Son más los resultados negativos que los positivos, pero la provincia sigue fuerte en el salario medio, en el PIB y en el denominado PIB de servicios y se defiende con relativa solvencia en campos como la construcción o el turismo.
Quizás uno de los aspectos más preocupantes de los que expusieron ayer el presidente del Instituto, Ignacio Amirola, y los responsables de los estudios es la pérdida de puestos en las exportaciones. Y es que si la provincia ha pasado del puesto 10 al 18 en estos años.
Una pérdida de competitividad frente a otras provincias que también son destacables en los sectores primario y secundario, la Agricultura y la Industria. En el sector agrícola la provincia ha pasado de la posición 16 a la posición 25, nueve puestos de diferencia.
En el sector manufacturero, Alicante ha descendido de posición también de forma notable. De ser la séptima provincia española ha pasado a la decimosexta. Quizás por un cambio de paradigma económico en ambos casos.
Incluso en el ámbito turístico la provincia ha bajado una posición (a la quinta) respecto a inicios de siglo ya que Santa Cruz de Tenerife y Barcelona han escalado posiciones en detrimento de Málaga y Alicante. En el caso de la construcción es Málaga quien adelanta un puesto y se convierte en la cuarta provincia española, puesto que ocupaba antes Alicante.
En Comercio y Servicios la provincia se mantiene en la cabeza del ranking nacional en el quinto y el cuarto puesto, respectivamente, posiciones que ya mantenía hace 22 años. E incluso en los servicios básicos adelanta un puesto, de la sexta posición del año 2000 a la quinta actual.
Amirola se comprometió ayer a publicar el análisis de las causas de estas variaciones a principios de este otoño, cuando el Instituto complete el estudio sobre la evolución económica de la provincia.