Los destrozos que deja atrás uno de los mayores incendios en la Comunidad Valenciana van a tener una lenta recuperación. Así lo alertan desde el sindicato agrario Asaja Alicante quienes han reclamado este jueves una "renta agraria". Con esa inyección de financiación se pretende que los agricultores de la Vall d'Ebo afectados tengan unos ingresos mínimos para poner en marcha la recuperación de sus cultivos y que estos no sean abandonados.
La asociación ha explicado en un comunicado que recoge Efe que el hecho de no ayudar a los agricultores supondría un incremento de la despoblación de estas zonas de la montaña alicantina. Y lo razonan porque la situación ya era complicada antes de que llegara el castigo del fuego ya que en la zona habían sido golpeados por la "tala indiscriminada" de almendros sanos para combatir a la bacteria Xylella.
Desde Asaja han reivindicado el papel de las cooperativas agrarias en la economía local de la montaña alicantina. Por eso se han propuesto para canalizar las ayudas dirigidas para cubrir los gastos fijos tan elevados y los problemas a los que se enfrentan los agricultores, ganaderos y apicultores en las comarcas alicantinas de La Marina Alta y El Comtat.
La asociación de jóvenes agricultores ha ofrecido su ayuda a la Conselleria de Agricultura y a los ayuntamientos de los municipios afectados por el fuego, a los que propone a su equipo técnico para elaborar los informes necesarios.
El tiempo necesario
Al plantear esta demanda, Asaja recuerda también uno de los principales retos que se tendrá que afrontar en esta zona. Las miles de hectáreas de cultivos de secano de olivar, cerezo y almendros tardarán más de cinco años en poder ser rentables de nuevo, han asegurado.
En el comunicado han lamentado que esto complica la economía de la montaña alicantina, basada en la subsistencia y en la que los agricultores cuentan con pequeñas explotaciones familiares dirigidas al mercado local o provincial.
Este julio, por ejemplo, los pequeños productores de cerezas de la Montaña de Alicante ya lanzaron una campaña llamada #SOScerezas y #SOScireres en la que denunciaban una campaña este año que ha sido "todavía más catastrófica". La primavera de lluvias torrenciales provocaron la pérdida del 99% de la producción en zonas como Planes, Benimarfull, La Vall de Gallinera y La Vall de Laguar. Esta campaña proponía adelantar la compra de cerezas de la temporada 2023 o apadrinar un cerezo, del que se dispondría la geolocalización exacta.