El pasado 6 de octubre, la provincia de Alicante supo que se quedaba a la cola de inversiones en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) con apenas 160,8 millones de euros. Una tercera parte de lo que le correspondería proporcionalmente por su población de 1,86 millones de personas. Desde entonces, el empresariado ha cogido la bandera de una reivindicación que ha terminado por dividirle.
Días después las patronales anunciaron la apertura de una web que en un principio se titulaba "Alicante merece más" y que terminó por concretarse en el lema "¡Se acabó!". En ese espacio se denuncia cómo la provincia recibirá 86 euros por persona con el actual proyecto de PGE, la única de España que está por debajo de los 100 euros.
La Cámara de Comercio de Alicante, presidida por Carlos Baño, ha sido en este tiempo la más beligerante de las patronales con el "agravio" presupuestario a la provincia. A ella se han unido la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) -de Salvador Navarro y Joaquín Pérez- y el Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (Ineca) presidido por Nacho Amirola. La Unión Empresarial de la Provincia de Alicante (Uepal), tras varios desencuentros con la CEV, planteó acciones paralelas.
Los primeros se fueron a Madrid el viernes 19 de octubre a exponer sus argumentos y pedir a los 32 diputados de la provincia que se posicionasen en contra de los PGE por perjudicar gravemente a la provincia. De aquella reunión surgió la idea de celebrar una gran manifestación en Alicante, frente a la Subdelegación del Gobierno en la plaza de la Montañeta, el próximo jueves 3 de noviembre.
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Pero llegaron las presiones. A menos de siete meses para las elecciones autonómicas y municipales esta movilización general de una provincia podría ser interpretada como un pulso al actual presidente de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, que ya por entonces aseguraba que estaba negociando con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, modificaciones en el actual borrador de PGE.
De hecho, Puig ha prometido 100 millones extra de los fondos europeos para la provincia tras una reunión con el ministro Félix Bolaños. Dinero que pasaría previamente por las arcas de la Generalitat. Por su parte, el diputado de Compromís en Congreso, Joan Baldoví, anunciaba 52 millones más en enmiendas pactadas entre los nacionalistas, el PSOE y Podemos.
Entre tanto, a la CEV parecía no gustarle el protagonismo adquirido por la Cámara de Comercio en las reivindicaciones y mucho menos, que Baño se estuviese reuniendo con todos los partidos políticos y agentes sociales para que acudieran a la manifestación.
La unidad estalla
El pasado viernes, no obstante, la CEV se descuelga de la manifestación de Alicante. En un foro propio que comparte con sindicatos y todos los partidos con representación menos VOX de toda la Comunidad, la "Plataforma per un Finançament Just", la patronal valenciana quiere incluir las reivindicaciones alicantinas (coyunturales) en las reivindicaciones de toda la región (estructurales). Y desde la Cámara empiezan a plantearse que esta estrategia diluye el problema alicantino.
La CEV plantea a la cámara desconvocar la manifestación del día 3 en Alicante e integrarse en la del 18 de noviembre en el mismo sitio. Hablan de otras cosas diferentes a los PGE, como la condonación de la deuda de la Comunidad.
Por otro lado, ya está claro que el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, no acudirá a ponerse junto a los alicantinas en la pancarta contra las decisiones del Gobierno, de su mismo color político. Considera el problema resuelto con las aportaciones extra que ha negociado en Madrid.
La unidad de la patronal está rota durante unas horas, hasta que en la tarde del sábado y ante la negativa de la Cámara de desconvocar la movilización del próximo jueves, la CEV anuncia que finalmente también se unirá.
El último paso de este episodio se conoció ayer, cuando desde Ineca se convocó a los medios de comunicación para el miércoles anterior a una pueda de Ineca y CEV para presentar los resultados definitivos del informe de análisis de los PGE 2023 y su incidencia en la provincia de Alicante. Una convocatoria en la que, en principio, no aparece la Cámara.
Todos estos movimientos de suceden a un mes de la Noche de la Economía Alicantina (1 de diciembre), la primera de Baño como presidente de la Cámara -que es quién la convoca- y donde tradicionalmente se ha "apretado" a los presidentes de la Generalitat con las reivindicaciones de la provincia. ¿Acudirá el empresariado unido a este acto? Las tensiones crecen.