Alicante

El acuerdo alcanzado esta semana entre la Generalitat Valenciana y el ministerio de Transición Ecológica para aumentar en un metro cúbico por segundo el caudal ecológico del Tajo para principios de 2023, por lo que aumentaría hasta 7,5 metros cúbicos por segundo en 2026 y 8,5 en 2027, ha congratulado al Ejecutivo de Ximo Puig y enfadado al PP de Carlos Mazón. 

Y es que esta modificación, que deberá ser ratificada por el Consejo Nacional del Agua en 10 días, incluye como novedad un mecanismo corrector, acompañado de una serie de inversiones, que afecta a los criterios relativos al establecimiento de los caudales ecológicos, una medida que, para el Gobierno valenciano "debe servir para garantizar la llegada de agua a los regadíos alicantinos"; sin embargo, para la valoración del presidente del PP valenciano, Carlos Mazón, "supone un nuevo recorte más".

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Y es que, el Consell daba a conocer este viernes la modificación del trasvase auspiciada por el Estado, la cual han calificado de "avance importante". El Consell "valora positivamente la predisposición negociadora que ha mostrado el Ministerio de Transición Ecológica y entiende que las mejoras que se han conseguido son fruto del diálogo, del trabajo y de la voluntad de entendimiento entre las partes", se puede leer en un comunicado. 

La novedad sustancial de esas nuevas condiciones de explotación consiste, siempre según el Gobierno valenciano, en que los incrementos paulatinos de los caudales ecológicos a su paso por Aranjuez que se propusieron inicialmente dejan de ser fijos e inamovibles y estarán sometidos a revisión, "hasta el punto de que si se cumplen los objetivos ambientales fijados ni siquiera será necesario aplicar los escalones previstos en el plan hidrológico a partir del 1 de enero de 2026, de tal manera que los caudales ecológicos no verían su aumentado su valor y, por ende, no comprometerían la continuidad del trasvase", explican.

Sin embargo, para poder cumplir esos objetivos ambientales el Gobierno debe aprobar inversiones por valor de 1.000 millones para la depuración de aguas procedentes de Madrid, cuyo nivel de contaminación actual constituye una de las principales causas del mal estado de las masas de agua a su paso por Aranjuez, termómetro que sirve para valorar y establecer el valor de los caudales ecológicos.

Además de esta inversión anunciada, que debería llevarse a cabo, el Gobierno de Sánchez contempla otro plan inversor dirigido a la cuenca del Segura que contará con un presupuesto de unos 600 millones de euros que, en este caso, se destinarán a incrementar la producción de las desaladoras, a mejorar la interconexión entre las mismas para facilitar el abastecimiento de agua en las diferentes zonas, y a la instalación de energía fotovoltaica.

Reacción del PP

Sin embargo, el vaso sigue medio vacío -o aún más vacío- para el también presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, quien ha reiterado este sábado su "más absoluto rechazo a un nuevo recorte del trasvase Tajo-Segura" y ha instado al president de la Generalitat, Ximo Puig, a que deje de plegarse ante el Gobierno de Pedro Sánchez y defienda "con valentía y firmeza" a la provincia.

"Los socialistas han decidido que el caudal ecológico del Tajo pase de 6 a 7 hectómetros cúbicos, lo que supondrá un recorte más del envío de agua al río Segura", ha denunciado Mazón en un comunicado.

El también líder del PPCV ha recordado que esta decisión se ha dado a conocer precisamente la misma semana en la que el Gobierno de Sánchez "por decisión política nos ha recortado el trasvase que nos tocaba y que decían los técnicos". Y ha lamentado que "los socialistas mantienen los recortes de agua porque su plan es acabar con el trasvase".

"La amenaza del aumento del caudal ecológico del Tajo va a suponer que se corten o reduzcan aún más las transferencias de agua a la Vega Baja, pero es tan caudal ecológico el del Tajo como el del Segura", ha defendido Mazón, quien ha insistido en que los aportes de agua del Tajo son esenciales para el medio ambiente de la cuenca del Segura. "Si no llega agua va a producirse un deterioro ecológico irreversible en la Vega Baja y el sureste de España", ha alertado el dirigente provincial.

Asimismo, ha insistido en que el agua del Tajo "es imprescindible para el desarrollo económico y social de la provincia" y ha advertido de que "no vamos a consentir que el Ministerio de Transición Ecológica corte el envío de agua a la Vega Baja sin un respaldo técnico que lo sustente".

Del mismo modo, ha criticado que el Gobierno socialista haya programado la muerte del trasvase por episodios, adoptando decisiones sin aval científico alguno e ignorando incluso las recomendaciones de los expertos".

"Y todo esto ocurre ante la complacencia y el conformismo de Ximo Puig, que no solo no defiende a los alicantinos ante una afrenta más de Pedro Sánchez a la provincia, sino que lo aplaude", ha aseverado.

"Seguiremos defendiendo los derechos de los regantes y agricultores de la Vega Baja y denunciando el seguidismo complaciente de Ximo Puig y de su gobierno tripartito de izquierdas a Pedro Sánchez", ha advertido Mazón.