El presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, insiste en sus críticas a los cambios en la explotación del trasvase Tajo-Segura y es por ello por lo que ha lamentado en la mañana de este martes que el president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, haga “seguidismo” y se “rinda” ante Pedro Sánchez propiciando un “acuerdo político, sin ningún aval técnico” que eleva a 7 metros cúbicos por segundo el caudal ecológico en el Tajo.
Para el también líder del PP valenciano, esta modificación "supondrá el recorte del trasvase al Segura con unas pérdidas económicas estimadas en 41 millones de euros al año para la provincia de Alicante".
Mazón ha rechazado esta medida que acordaron recientemente el Consell que dirige Puig y el Ministerio de Transición Ecológica y que viene recogida en el Plan Hidrológico del Tajo que hoy aborda para su aprobación el Consejo Nacional del Agua.
“El presidente Puig se vanagloria de un acuerdo político que aumenta el caudal ecológico y que supone un nuevo recorte del trasvase para la provincia de Alicante que generará pérdidas anuales de más de 41 millones de euros y pondrá en riesgo el futuro de 50 millones de árboles y de 100.000 familias en nuestra tierra”, ha indicado el presidente, quien ha vuelto a criticar que esta medida, “que perjudica claramente a la provincia de Alicante, no cuente con ningún aval técnico” que la justifique.
Asimismo, el dirigente alicantino ha recordado que durante estos últimos 4 años, “el PSOE de Pedro Sánchez y de Ximo Puig ha recortado 20 veces, sin criterios técnicos, el trasvase Tajo-Segura”, por lo que ha pedido que se acabe “con tanto entreguismo y recortes sin justificación”.
Al respecto, ha acusado al “dúo Sánchez-Puig de desenterrar el hacha de guerra contra los intereses y los derechos de la provincia de Alicante” y ha advertido que, ante ello, “vamos a dar todas las batallas”. “Si lo que están provocando es una guerra, nosotros les responderemos con justicia, pero callados no nos vamos a quedar”, ha añadido.
En esta misma dirección, Mazón ha rechazado las críticas que desde el PSOE se vierten contra él acusándole de provocar el enfrentamiento. “Si el único relato que tienen es acusarme a mí de incentivar la guerra del agua, quiero decirles que aquí estoy para defender a mí provincia, que vamos a dar todas las batallas porque esto no es una guerra del agua, sino la entrega, por parte de Puig y Sánchez, de nuestros derechos y de la justicia que se merece esta provincia a quien no corresponde, sin preguntar y sin ninguna justificación técnica”, ha argumentado.
Por el contrario, el presidente de la Diputación ha criticado la “rendición” que supone el acuerdo para elevar el caudal ecológico del Tajo, “un hachazo más para esta provincia y un incentivo más a la guerra del agua que el PSOE de Sánchez y Puig están perpetuando”. En este sentido, ha apuntado, aludiendo al president de la Generalitat, que “ya está bien engañar a la opinión pública y a los regantes, de agachar la cabeza y de no defender los intereses de esta provincia”.