Cuando hablamos de las víctimas del nuevo recorte al Trasvase Tajo-Segura, pensamos en los regantes y agricultores de Alicante, Murcia y Almería. Sin embargo, entre estos mismos no suelen venir a la cabeza un subsector que, pese a su tamaño, lleva más de diez años creciendo a un ritmo imparable, el de los viveristas. 

Este colectivo, agrupado en la Asociación de Empresas Productoras de Plantas de Vivero de la Provincia de Alicante (VAME) tampoco va a faltar a la manifestación de este miércoles 11 de enero en Madrid frente al Ministerio para la Transición Ecológica.

"Estamos en plena expansión gracias a las exportaciones", explica a este medio su presidente, Francisco Agulló. Hay que aclarar para empezar, como él hace, que pese a ser una asociación provincial, la realidad es que el 95% de sus socios, de sus 40 empresas adscritas, tiene radicada su actividad en Elche. 

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Y, en contra de lo que se podría pensar, están más especializados en la recuperación de la planta mediterránea del olivo que la de la palmera, tan característica de la ciudad ilicitana, aunque también la tratan. El olivo, "como producto estrella", permite darle a este árbol una segunda vida, cuando ya no parece que pueda producir más aceite. 

Bien lo saben en países de toda Europa, sobre todo Francia, pero también en Japón, China, Sudáfrica o Emiratos Árabes, en total, más de 40, donde dirigen buena parte de su producción local. De hecho, en España solo se vende el 20% del total. 

En 2021, los viveros de la provincia de Alicante exportaron por valor de 62,3 millones de euros cuando en 2020 fue de 39,5 millones. "Somos una de las provincias más potentes de España en exportación de vivero; representamos el 11% del sector ornamental español", añade el secretario técnico de VAME, Fermín Crespo. 

"Llevamos desde la crisis del 2008 vendiendo cada año un poco más, con aumentos anuales de entre un 5 o 10 % sin interrupciones", asegura Agulló. El año pasado, sin ir más lejos, cerraron el ejercicio con unos 200 millones de euros de facturación, estima el representante de la asociación.  

"Un desastre sin precedentes" 

La aplicación del nuevo criterio del ministerio de Teresa Ribera "supondrá un desastre sin precedentes para todo el sector agrícola de la zona que recibe agua del Trasvase Tajo-Segura, puesto que reducirá la superficie regable en 27.314 hectáreas", avanzan desde VAME. 

"Para que se pueda visualizar el impacto de la medida, el agua que han definido como caudal ecológico del Tajo a su paso por Toledo es el equivalente a lo que necesitarían más de 600 explotaciones de Elche de producciones tradicionales que ofrece productos al mercado de la máxima calidad", añaden.

Esta acción, "que no responde a ningún criterio técnico sostenible, se produce y va a provocar un incremento del déficit estructural de caudales en la Demarcación del Segura", explica Paco Agulló. "No estamos hablando de postura técnica, sino puramente política, esto es una causa política", incide. 

Ante este nuevo escenario que pretenden evitar, "en los próximos años vamos a tener que reducir nuestras plantillas en un 70% y nuestra facturación bajará entre un 50 y 70%", afirma este representante. O dicho de otro modo, perderán más de 100 millones de euros anuales y, "entre 550 y 600 personas se irán a la calle". "Esto es muy grave", concluye.