Un desalojo forzoso en Crevillent por problemas estructurales en un edificio ha dejado entrever otras grietas menos conocidas del drama de las viviendas. Y es que, a los desahucios relacionados con fondos de inversión abusivos o por el alto coste del alquiler, así como la dificultad de muchas familias de acceder a un inmueble por sus bajos salarios, se le une ahora que muchos de estos bloques son muy antiguos y, si no se rehabilitan, el peligro de derrumbe hará que sus moradores acaben abandonando sus casas.
Eso es, a grandes rasgos, lo que ha pasado en esta localidad de la comarca del Baix Vinalopó donde, hace 15 días, 22 personas pertenecientes a seis familias con 12 menores han tenido que salir de su edificio ubicado en el número 18 del Paseo Arbrets. El motivo, cuenta la concejala de Derechos Sociales, Montse Pineda, los pilares de los bajos "están cediendo".
Se trata de un riesgo de derrumbe al tratarse, confirma la regidora del PSPV-PSOE, de una vivienda "con más de 50 años". En todo Crevillent, de hecho, hay 3.529 edificios con más de medio siglo de vida, por lo que, como ella reconoce, "esto va a acabar pasando cada vez más si no se conciencia la gente de que tienen que revisar sus casas".
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Sin embargo, para el Partido Popular, en la oposición, el problema de trasfondo es que "Crevillent no tiene viviendas sociales", una máxima que también reconoce Pineda, sin que pueda ser rebatida por la edil de Vivienda, Gema Candelaria Asensio, con quien este medio ha tratado de hablar, sin éxito, como también se ha intentado con otros regidores del equipo de Gobierno local.
Así que con el desalojo (notificado formalmente por auto judicial), algunas de las familias se marcharon a otras viviendas. Sin embargo, las que se quedaron fueron realojadas por el Ayuntamiento en un camping y en un hotel de la localidad... hasta este viernes. De ahí que este lunes se hayan manifestado en las puertas del consistorio para reclamar una solución habitacional para ellos.
"Les realojamos creyendo que tardarían 3 o 4 días en revisar el edificio, pero resulta que esto se ha alargado más de la cuenta", explica Pineda. Durante estas dos semanas, el consistorio ha sufragado las habitaciones y comida de estas familias, pero todo cambió el viernes cuando se les dijo que se tenían que marchar "porque el hotel y el camping tenían reservas comprometidas", dice la regidora.
"Nos enteramos de dos familias que las desalojaron del camping porque tenían una renta de 2.000 euros, un matrimonio con dos pensiones mínimas y el hijo que vive con ellos", denuncia por su parte la edil del PP, Laura Gomis, que asegura que el Gobierno local le ha dicho que "no hay dinero" para este tipo de partidas "cuando sí hacen modificaciones de crédito para otro tipo de cosas".
"Algunas familias están con que el Ayuntamiento les tiene que arreglar todo pero en este caso no deja de ser un problema privado con gente de un edificio", esgrime al respecto la edil del PSPV-PSOE. "Y en estos 15 días han tenido tiempo para buscar otro sitio", añade.
¿Qué va a pasar ahora con estas familias sin hogar? Según el presidente del Centro Islámico de Crevillent, Bouamama Koulali, una fundación les ha facilitado a las familias (4 de las 6 son marroquíes) viviendas "durante dos o tres días", tiempo en el que se hará un nuevo estudio del bloque. "Pero no veo una solución fácil porque aquí no hay viviendas sociales", cuya gestión final, auspiciada junto con el Ayuntamiento, depende de la Generalitat Valenciana.