Alicante

Después de compartir las experiencias del empresario Antonio Catalán y los políticos Ximo Puig, Carlos Mazón y Joan Baldoví, el Club Business de la Cámara de Comercio de Alicante ha acogido esta mañana como invitado a Enrique Riquelme, CEO de Cox Energy y desde este año de la multinacional de infraestructuras Abengoa. Un encuentro en el que el emprendedor alicantino ha mostrado su faceta más personal haciendo un recorrido por su trayectoria.

Enrique Riquelme (34 años) ha venido a Alicante "a hablar de mí mismo, algo que nunca hago". Hijo de conocidos empresarios de la Vega Baja, su familia materna se ha dedicado durante décadas al negocio de los áridos y su paterna al sector de las frutas y exportación. Negocio de éxito que llevaron a su padre a ser miembro de dos directivas del Real Madrid, con Vicente Boluda y Ramón Calderón.

Y lo ha hecho porque el presidente de la Cámara, Carlos Baño, y su vicepresidente, Jesús Navarro, le convencieron anoche para dirigirse a los empresarios alicantinos desde su faceta más personal. En presencia incluso del futuro presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, que ha acudido al encuentro. "El objetivo es la unidad del empresariado, tener una única voz", ha señalado Baño y ha reiterado el propio Riquelme.

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En cualquier caso, el joven emprendedor lleva a gala la "humildad" del empresariado alicantino con los valores familiares como bandera. Por eso no ha tenido empacho en hablar de sí mismo como un mal estudiante, lo que no le ha impedido llegar a hacerse con una de las empresas más importantes y punteras de España tras un concurso de acreedores en el que ha tenido que competir de tú a tú con multinacionales muy poderosas y fondos internacionales de inversión.

El empresario ha hablado de sus comienzos en Cox y cómo desde los pocos años tenía que hacer un viaje de hora y media (solo de ida) en autobús desde su comarca a Alicante para asistir al colegio. hasta que con 13 años se plantó y le pidió a su padre trabajar en algún negocio familiar, ocasión que éste aprovechó para desanimarle con la intención de que volviese a los estudios.

Mayte Antón, Carlos Mazón, Enrique Riquelme, Carlos Baño, Jesús Navarro y Enrique Riquelme (pacdre) en el photocall. Iván Villarejo

Lejos de eso, Enrique comenzó a limpiar cristales en la gasolinera familiar de Ciudad Quesada (Rojales), uno de los municipios alicantinos con mayor número de residentes extranjeros, donde además podía aprender idiomas. La experiencia y las cuantiosas propinas espolearon su afán emprendedor pidiendo hacer doble turno. Hasta que su padre se dio cuenta y le mandó a los almacenes de melocotones a clasificar fruta. De su experiencia confiesa: "no son como los que conocía; tenían unos pelillos que me dejaron jodido todo el verano".

Con apenas 15 minutos de descanso para un bocadillo, tampoco los rigores del trabajo le desanimaron de seguir trabajando y dejó el bachillerato para entrar a trabajar en la fábrica de hormigón, la que sería su lanzadera para negocios personales más adelante. Así, tras muchas paladas de arena, acabó como comercial de la empresa en la zona de San Javier (Murcia).

La crisis, una oportunidad

 En 2008 llegó la crisis económica y al ver que con apenas 20 años en España no había oportunidades para el sector decidió emigrar a Centroamérica y empezar su propia trayectoria fuera del negocio familiar. Brasil, Panamá... hasta logró que le ayudasen a alquilar un apartamento y varios camiones. "Cometí muchos errores, el principal, creer en la palabra de la gente, como se hacen los negocios en Alicante".

"En Panamá tienes dos opciones, pagar o cambiarte el código postal", ha comentado Riquelme que llegó a deber 700.000 dólares a sus trabajadores y proveedores porque los clientes no le pagaban.

"Siempre tenía la carta de volver a Alicante, pero no quería fallar en un mercado con márgenes tan altos", ha explicado. Por eso su penúltima opción fue empeñar un reloj que le había regalado su padre y por el que le dieron 220 dólares. Poco después le pagaron y aquel fue su punto de inflexión. "Aprendí que hay que avanzar y fortalecer las empresas y tuve la fortuna de quedarme con el monopolio de la arena en la construcción del Canal de Panamá", ha añadido.

A partir de ahí, su historia es más conocida. En 2012 y con algo de liquidez comenzó la diversificación del negocio. La construcción del Canal se iba a acabar y en un periodo de sequía se dio cuenta de que el sol era una oportunidad de negocio. Así surgió Cox Energy, haciéndose con la licitación de 1 MW en Guatemala que terminó convirtiéndose en 100 MW. "El proyecto solar más importante del mundo después de China", lo ha calificado.

De ahí a Chile y a México y de 1.400 empleados (casi todos camioneros y sin estructura directiva) ha pasado a los 12.000 que actualmente tienen Cox Energy y Abengoa. "La gente en Estado Unidos me llaman señor Cox", ironiza el emprendedor.

"No podíamos seguir con grupos pequeños así que nos aliamos con los más grandes, la estadounidense NRG para hacernos con 308 MW en México. Nos gastamos todo lo que teníamos en abogados y conseguimos dinero de fondos internacionales para poco a poco ir haciéndonos con parte del pastel", ha resumido.

Hoy Cox Energy tiene proyectos por 10.000 MW en 20.000 hectáreas en varios países. Y antes de 2025 prentende llegar a 6.000 millones de inversión en renovables manteniendo el 85% del control de la compañía. Es en este contexto en el que surge la posibilidad de hacerse con Abengoa el pasado mes de diciembre en un proyecto que ha culminado en abril. Arriesgando su propio dinero para que pudiesen pagarse las nóminas antes de ganar el concurso de acreedores.

En este tiempo, la compañía número uno de infraestructuras de agua del mundo ha aumentado en 1.700 trabajadores más y cuenta con hasta una división de "Defensa" que construye pilas de submarinos además de otras muchas patentes. 

El lunes saldrá a bolsa Cox Energy porque según Riquelme es la mejor oportunidad "para demostrar transparencia y gobernanza como camino para captar inversiones y atraer talento".

 ¿Llegará a ser el próximo presidente del Real Madrid siguiendo la estela de su padre? Enrique por el momento y tras la propuesta de algunos amigos de su padre no lo ha descartado en Alicante.