La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores de Alicante (Asaja) solicita a la Conselleria de Agricultura, Ganadería y Pesca que no se olvide de los problemas específicos del sector de la provincia, como la amenaza de la desaparición de la cereza de la montaña de Alicante, "que acumula más de cinco campañas sin producción". La denuncia de la asociación coincide con la presentación de los presupuestos de la Generalitat Valenciana para 2024.
Asimismo, Asaja Alicante lamenta que, tras más de cien días de legislatura, las trabas burocráticas y la presión fiscal "sigan dificultando el desarrollo profesional de agricultores y ganaderos, que sigue sin encontrar un apoyo en la Administración, quien parece más preocupada por cumplir las exigencias que impone Bruselas, totalmente alejadas de la realidad del campo, que por prestar servicio al administrado", explican en un comunicado.
La asociación esperaba una actuación urgente por parte del nuevo respecto a este cultivo. “Si no actuamos de forma enérgica e integral, con ayudas directas y una línea de financiación ad-hoc, los daños van a ser irrecuperables”, asevera el secretario técnico de ASAJA Alicante, Ramón Espinosa.
Tras haberse aprobado una línea de ayudas por parte de la anterior Conselleria a la que se le requirió un plan de viabilidad a largo plazo para rescatar a la cereza y, en paralelo, ayudas inmediatas que den respuesta a la situación vulnerable de este último año, en el que la meteorología se ha cebado especialmente con la cosecha, los agricultores, envasadores y cooperativas siguen sin obtener respuesta alguna por parte de la administración autonómica.
Sobre el plan se solicitaron mayores garantías para la producción, que se haga frente a los retos de la situación climática y que se exploren líneas de financiación para la reconversión varietal o cambios de cultivo en la medida de las posibilidades, así como coberturas y seguros más específicos que incentiven la continuidad del agricultor. “Muchas producciones están sin asegurar debido a las deficiencias del seguro agrario”, manifiesta el presidente de ASAJA Alicante, José Vicente Andreu. A esto se suma que su creciente abandono propiciaría la propagación de incendios, sobre todo en las comarcas de la Montaña de Alicante.
En este sentido, la entidad agraria cree que “si el problema de la cereza fuese cosa también de Castellón o Valencia, ya se hubiesen puesto en marcha medidas urgentes”, y espera que los problemas específicos del sector agrario alicantino encuentren respuesta inminente en los presupuestos asignados para el 2024.
Xylella
Otro de los asuntos urgentes que la junta directiva de ASAJA Alicante instó al conseller de la cartera, José Luis Aguirre, en una reunión mantenida en septiembre, fue un cambio en la política de erradicación de la Xylella Fastiodiosa, basada en la destrucción y la tala masiva de almendros.
“Urge convocar ayudas indemnizatorias en lo que queda de año y valorar las de replantación, pues tal y como se han trazado no están teniendo éxito, por lo que se solicita que lo haga TRAGSA de oficio”, apunta Andreu. Asimismo, insiste en cambiar de estrategia y aplicar una de contención que mantenga el equilibrio entre reducir la plaga y la continuidad de los cultivos. “Han pasado seis años y la realidad es que está siendo peor el remedio, que la enfermedad”.
En opinión de ASAJA Alicante, no es tanto un tema de tener más o menos presupuesto económico. “De seguir así las cosas no vamos a poder continuar con la actividad agraria y ganadera, pues cada normativa nueva supone un incremento en los costes de producción”. El entramado burocrático/administrativo y la creciente presión fiscal están arrinconando a los titulares de las explotaciones agrarias y por ello, la asociación pide al titular de la cartera que cumpla con su programa electoral que afirmaba que trabajaría para agilizar trámites administrativos”.