Alicante

El campo de Alicante no atraviesa su mejor momento, como se pudo ver en las múltiples protestas de febrero en las que pedían mejores condiciones laborales. Ahora, desde ASAJA Alicante piden medidas urgentes a la Conselleria de Agricultura para dar un empujón a la campaña del limón ante el riesgo de que los agricultores sigan abandonando sus cultivos al no poder afrontar la "grave crisis" que pone en peligro el 50% de la renta agraria de la provincia.

El presidente de la asociación, José Vicente Andreu lamenta que ni siquiera se puedan cortar del árbol porque supone "un coste imposible de asumir". El mayor daño se está produciendo en la comarca de la Vega Baja, donde se cultiva el 40 % del limón nacional. 

El motor de la economía agraria se está frenando y en este "panorama desolador" se suma la queja de que "el gobierno del Estado y Bruselas, lejos de velar por el porvenir de la agricultura, legislan contra el sector, imponiendo restricciones que limitan su desarrollo". 

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El plan excepcional para salvar al limón deberá contemplar ayudas directas a los productores que han perdido la cosecha, líneas de financiación específicas (ad hoc) y ayudas fiscales, indican en un comunicado.

"Como poco, este plan debería contribuir a que los agricultores que han perdido miles de euros puedan tener la capacidad de aguantar sin tener que abandonar sus huertos", aseguran. Otra de las reivindicaciones tiene que ven con la adopción de medidas para evitar los abusos comerciales.

Causas del desastre

Varias son las causas que se han combinado hasta dar con esta "situación ruinosa". Una de ellas es el incremento de entrada de fruta de terceros países, sobre todo de Turquía, por acuerdos comerciales que "están castigando a nuestras explotaciones".

"No en vano las importaciones de limón de terceros países a la UE se han incrementado en un 22 % en los últimos cinco años, mientras nuestra exportación al resto Europa en el mismo periodo se ha reducido en un 12 %", explica ASAJA.

Las prácticas desleales de la propia industria es otra de las principales causas de la tragedia del cítrico. Las grandes compañías "se han llevado limones en concepto de destríos a precio cero que ha acabado vendiendo en fresco".

Una practica que desde la entidad denuncian y recuerdan que está prohibida por la Ley de la Cadena Alimentaria y que "ha exprimido a los agricultores", quienes se han lanzado a la desesperada a la calle en un grito de auxilio porque "lo han perdido todo, y porque se sienten desprotegidos ante la incapacidad de negociación y la pérdida de valor económico de sus producciones".

Los factores naturales también se han cebado con el campo de Alicante. Las granizadas y las plagas de Pulvinaria han dejado en estado crítico la producción de limón. Todo ello se suma al incremento del coste del agua por la desalación, la subida del SMI y una Ley de la Cadena Alimentaria que se ha quedado "en papel mojado para las frutas en fresco, que ha terminado por arruinar a los agricultores de limón de la Vega Baja".