"La Ley de Costas de 1988 es un fracaso absoluto en la protección litoral". Con esa afirmación arranca la iniciativa que este Domingo de Pascua lanza la asociación Somos Mediterrania en el proceso de consulta previo a la nueva ley de la Generalitat para el litoral de la Comunitat Valenciana.
El mensaje que lanzan desde esta plataforma en la que se incluyen vecinos de Dénia y Guardamar del Segura es claro y contundente. El Ministerio para la Transición Ecológica "hace oídos sordos al Parlamento Europeo y datos reales de erosión. Urge actuar en defensa playas y derechos ciudadanos".
Y su lema es claro: Por la protección del patrimonio territorial del litoral valenciano. En la propuesta que hacen para influir en la redacción de la nueva ley marcan seis puntos clave con la idea de "recuperar y preservar" el litoral.
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El primero es una constante cuando se aborda la legislación de Costas, tener seguridad jurídica. Para ello piden que no haya una aplicación retroactiva de la ley, ya que consideran que limita derechos de los ciudadanos y piden que se respeten los principios básicos constitucionales.
El segundo punto señala uno de los problemas y al blanco de sus críticas antes mencionadas, la asunción de competencias plenas en ordenación del territorio, es decir, en la gestión del dominio público marítimo-terrestre, "tal y como establece el Estatuto de Autonomía y el Tribunal Constitucional".
El tercero solicita la intervención de la Generalitat "en todos los expedientes de deslinde abiertos en protección de su territorio y ciudadanos". Lo que da pie al siguiente, la "regulación de las concesiones para uso de viviendas en los términos reconocidos por el Tribunal Supremo en sentencia del 7 de febrero de 2023".
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Los dos últimos puntos se centran en reclamar al Estado presupuesto y proyectos para recuperación de entornos litorales y que haya una "coordinación administrativa y liderazgo territorial en la defensa del patrimonio litoral valenciano de la mano de los afectados y expertos".
Esa planificación es la que lamentan que no se ha producido cuando se plantean infraestructuras que alteran la dinámica litoral. Un ejemplo de lo que definen como "abrupta e incontestable realidad sobre el deterioro de buena parte de nuestro litoral mediterráneo" lo ponen en los embalses.
En la construcción de estos, consideran que se "han retenido y acumulado miles de millones de metros cúbicos de sedimento fluvial que los ríos deberían haber vertido al mar". Su razonamiento les lleva también a poner el foco en "los puertos y sus ampliaciones", como están viviendo en Valencia con su polémica reforma.
Guardamar del Segura ha sufrido la alteración sustancial que mencionan en su texto. Así se lo reconoció el Ministerio para la Transición Ecológica en un informe del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas. Hecho público en verano de 2023, en él se admite abiertamente que "se observa que a partir de la construcción de la nueva desembocadura la costa retrocede unos treinta y cinco metros y no se vuelve a recuperar"
El proceso de consulta pública termina este mismo Lunes de Pascua a la medianoche. Por eso desde la asociación recalcan el valor de participar en ella. "Es importante tener una Ley de Costas Valenciana que se preocupe de la regeneración y del medioambiente en sus causas reales", recalcan.
Y, como concluyen, "sin atentar contra casas centenarias, construidas legalmente en su día a más de cien y doscientos metros del mar, en muchas playas de la Comunitat Valenciana que no se hicieron por especulación en su día ni tienen la culpa de la regresión de las playas".