El presidente de la patronal Hosbec, Fede Fuster, ha advertido de que Benidorm "se está quedando atrás" en cuanto a capacidad de atracción del turismo LGTBI y ha pedido “a la iniciativa privada” actualizar los locales de ocio con ese objetivo.
En declaraciones a EFE, Fuster ha considerado que ciudades como Torremolinos (Málaga) “nos están adelantando por la derecha" y ha opinado que tienen que hacer un esfuerzo.
Ha solicitado a "la iniciativa privada” que invierta para “desarrollar los establecimientos y hacer sitios más modernos, innovadores y disruptivos porque nos estamos quedando un poquito atrás”.
A pesar de que Benidorm, con ofertas como el Pride o el Benidorm Fest, se ha ganado un lugar preferente entre el público LGTBI, los hosteleros entienden que la oferta complementaria y de locales de ocio debe acompañar a estos eventos. Especialmente al tratarse de un turismo de alto poder adquisitivo y que tiene capacidad de realizar un gasto elevado en destino.
Polonia, un mercado emergente
Por otra parte, Fuster ha augurado un 2024 como el de la consolidación de la recuperación del turismo británico y el nacional y con un marcado crecimiento de mercados emergentes, como el polaco.
“Es un mercado (el polaco) que nos está sorprendiendo muchísimo por su crecimiento. Le gusta la zona y tiene buenas conexiones con el aeropuerto. También hemos crecido mucho en los últimos años en Francia y hemos recuperado al británico. Internacionalmente, vamos muy bien y el mercado nacional está ya funcionando con normalidad”, ha señalado.
Necesidad de una segunda pista
Precisamente, para seguir ganando terreno en mercado internacional, el presidente de Hosbec ha aludido a la necesidad de mejorar la conectividad aérea con la construcción de una segunda pista en el aeropuerto de Alicante-Elche.
“Una segunda pista nos daría muchos más vuelos en las horas centrales del día, que es donde realmente podemos competir con otros destinos, tanto en cantidad de vuelos y turistas como en calidad del viaje”, ha subrayado Fuster.
El problema radica en los horarios nocturnos de los vuelos que pueden disuadir a muchos turistas de elegir el aeropuerto de Alicante como destino.
“En Alicante tenemos muchos vuelos entre las doce de la noche y las ocho de la mañana y la gente tiene que ir al aeropuerto a las dos de la mañana para coger un vuelo a las cuatro. Para eso, no vienen a Alicante, se van a otro sitio, porque ese horario para una familia no es”, ha indicado