La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) ha pedido la implicación de los ayuntamientos para que reclamen al Gobierno y a la Generalitat medidas urgentes para aliviar las pérdidas de esta "histórica sequía".
Entre sus demandas, la asociación agraria ha destacado establecer ayudas directas a los productores, estudiar las necesidades hídricas de la Comunitat Valenciana "con más profundidad" o reutilizar las aguas depuradas y canalizaciones.
El presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, ha asegurado que se trata de hacer una política hídrica que prevenga los ciclos de sequía y que contemple la construcción de infraestructuras para almacenar el agua cuando llueve y distribuirla a las zonas deficitarias cuando las necesitan.
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Además, ha recomendado la mejora de los seguros agrarios para cubrir todos los riesgos climáticos y la aprobación por parte del Consejo de Europa de nuevas técnicas de edición genética para obtener cultivos mejor adaptados al cambio climático.
Para Aguado, se trata de medidas urgentes para "evitar la muerte de las plantaciones y el abandono de los campos, que se traducirían en más despoblamiento rural, incendios y desierto".
Concretamente, han confirmado que la primera producción que ha sufrido los estragos de la falta de precipitaciones son los cereales de invierno.
Los productores redujeron la superficie sembrada en torno a la mitad de la habitual en otras temporadas y, en la otra mitad sí sembrada, la sequedad del terreno impidió la germinación del cereal.
Según la organización, esto ha disminuido la producción entre un 60 % y un 90 %.
"Muchos campos ni siquiera se van a recolectar porque los costes superan a los ingresos previstos por la cosecha tan escasa que hay para comercializar", recoge el comunicado.
Los viticultores de secano, especialmente de las comarcas de Utiel-Requena, Los Serranos, la Vall d’Albaida y La Marina, prevén pérdidas cercanas al 90 % de la próxima vendimia e, incluso, la muerte de las plantaciones más afectadas por la falta de agua.
Desde AVA-Asaja han asegurado que en esta época del año las viñas deberían mostrar brotes verdes de unos 80 centímetros de longitud, pero muchas de las cepas tienen brotes de solo unos pocos centímetros que están tan débiles que no producirán uvas.
Respecto a los almendros de las zonas interiores, también se hallan en una situación de "extrema sequedad", hasta el punto que muchos árboles están en fase terminal.
Por este motivo, las estimaciones de cosecha en la Comunitat Valenciana han calculado una disminución del 33 % respecto al año pasado, el cual, dice la asociación, "ya fue desastroso en términos de producción".
En el caso del aceite de oliva, los frutos presentan un aspecto amarillento con pocas aceitunas que van a traducirse de nuevo en un desplome de la cosecha y una subida de precios.
En definitiva, la falta de lluvias ha provocado una merma en las frutas de hueso y las restricciones de riego, asegura Aguado, "contribuyen a empeorar las perspectivas de producción en multitud de cultivos".
Por último, los ganaderos de comarcas interiores como Els Ports están pagando el servicio de camiones para transportar agua a sus explotaciones.
Por ese aumento de costes, muchos han advertido de que se verán obligados a sacrificar a los animales si no pueden seguir manteniéndolos.