Alicante

Pasan los meses y el precio de la vivienda usada en Alicante sigue al alza. La demanda es tan alta que la capital de la provincia es la segunda de España donde más ha crecido, según un informe de la plataforma inmobiliaria Idealista.

Este dato es un reflejo de una tendencia nacional, la diferencia es que la media estatal marca una subida del 7,5% durante los últimos 12 meses. Y en el caso de Alicante esta cifra se dobla ampliamente ya que aumenta el 16,9%. El metro cuadrado en la capital cuesta ya 2.092 euros. 

¿Y qué pasa en el resto de la provincia? Sigue creciendo. Y así es en la que más ha subido de la Comunitat Valenciana, con un 10,5% durante el último año. En el caso de Valencia la media es del 8,9% y si vamos la de Castellón, se encuentra en el 6,3%.

El interés inmobiliario por la capital no supone el mayor aumento del informe. La población en la que cuesta más pagar por una vivienda usada de toda la Comunitat Valenciana también está en la provincia. En Relleu, en La Marina Baixa, los vendedores piden un 32,6% más por sus viviendas que en junio del año pasado. Le siguen, con el segundo mayor aumento de todo el territorio, Hondón de los Frailes (32,1%) en el Vinalopó Medio y luego Los Montesinos (22,2%) en La Vega Baja.

¿Hay lugares que se escapen de esa tendencia? Sí, en el lado contrario están las caídas de Salinas (-5,1%) y Benijófar (-4,8%), como detalle el informe.

El informe de Idealista señala que los datos autonómicos suponen un crecimiento del 4,2% trimestral, y un 4,8% menos que el máximo histórico alcanzado en la Comunitat Valenciana, registrado en febrero del 2006.

¿Y cuál es la causa de estos incrementos generalizados? Francisco Iñareta, portavoz de esta plataforma, "el principal problema que tiene el mercado inmobiliario en la actualidad no es otro que la falta de oferta disponible. La falta de obra nueva en el mercado de compraventa es acuciante".

El razonamiento de Iñareta señala a una Administración pública en particular como responsable de esta situación. "Pocos ayuntamientos han sido los que se han atrevido a desarrollar suelo en los últimos quince años. Esta carencia de nuevas viviendas hace que todo el peso recaiga sobre la vivienda usada, que no es capaz de absorber la demanda actual y presiona los precios al alza".

Entre los otros efectos que genera esto, el portavoz destaca que "la falta de producto también lastra el número de operaciones que se cierran y el de hipotecas concedidas. Es necesario que se tomen medidas y se agilicen procesos para la promoción, especialmente en los mercados más tensionados".