La almendra en la Comunitat Valenciana está pasando uno de sus peores momentos. En un año ha perdido un tercio de su producción, según los cálculos del sindicato agrario Asaja Alicante. Las causas de este descenso las atribuyen a la sequía y a la falta de apoyo al cultivo de secano.
"Este invierno, el árbol no ha llegado a mudar la hoja porque no ha hecho apenas frío", explica Ramón Sola, agricultor de almendra de Ibi, a través de un comunicado del sindicato. La falta de precipitaciones esta temporada ha hecho que los árboles estuvieran débiles, por lo que se deshicieron de la flor para poder aguantarse a sí mismos.
Asaja presenta el caso de Sola, al que habían premiado como mejor agricultor del año, como caso extremo de la gravedad por la que pasa el sector. Así, en su finca de 40 hectáreas, preparada para una producción de 40.000 o 50.000 kilos de media anual, esta campaña prevé obtener una producción nula, de cero kilos. Este joven agricultor ha invertido en hacer pozos en su explotación, buscando agua, sin éxito.
"La Administración Autonómica debería ayudarnos, como mínimo, realizando estudios geológicos para que los agricultores sepamos dónde buscar el agua para salvar nuestros árboles. Es una cuestión de investigación para garantizar la continuidad del cultivo a largo plazo", lamenta Sola.
La asociación agraria puntualiza que los almendros de regadío también han sufrido un gran varapalo en esta provincia. A pesar de contar con aporte hídrico, el calor ha hecho que el fruto no alcance calibres comerciales óptimos, por lo que la productividad ha caído a mínimos.
A esta problemática se unen otras, no menos preocupantes. La Xylella fastidiosa sigue imparable en su avance hacia el sur. El sindicato critica que su estrategia de erradicación ya ha destruido el cultivo en las comarcas afectadas por la enfermedad y que ahora amenaza al municipio de Relleu.
Esta bacteria no es el único problema al que se enfrentan los agricultores. Así, señalan que se ha detectado un aumento de daños por la plaga de la avispilla en el Medio y Alto Vinalopó, sin fitosanitarios autorizados para su control en el cultivo ecológico del almendro. Asaja Alicante denuncia que sigue avanzando en la provincia ante la inacción del Ministerio y de la Conselleria de Agricultura.
"En Alicante llevamos la almendra en nuestro ADN, muestra de ello es su gran uso en la gastronomía y el gran reconocimiento mundial de productos autóctonos como el turrón, uno de los grandes embajadores reconocido como marca de calidad con la figura de la IGP", afirma el presidente de Asaja Alicante, José Vicente Andreu.
Andreu remarca la importancia del origen para alertar de otra situación: el turrón Alicante no está elaborado con almendra local y sí con otras de cualquier procedencia. Por eso el sindicato afirma que muchos consumidores piensan que toman un producto de cercanía elaborado con almendras de Alicante cuando estas vienen de California. Eso, añaden, contribuye a devaluar estas producciones de almendra.
En la última estimación de cosecha, Asaja junto a otras organizaciones determinaron que en la Comunitat Valenciana se pasaría de 6.702 toneladas en 2023/2024 a tan solo 4.490 toneladas en 2024/2025, lo que supone una variación de -33,01% de la producción.
Demandas de Asaja
El comunicado sindical detalla cuatro puntos para solucionar este problema. Y el primero de ellos se centra en el cambio de responsable en la Conselleria de Agricultura, que ahora asume el ya exsíndico en las Cortes Valencianas Miguel Barrachina. A este le piden que inicie los trámites para solicitar la sustitución del plan de erradicación por un plan de contención y, al mismo tiempo, se acelere un plan de replantación para reponer la agricultura devastada por la Xylella Fastidiosa.
"Es imposible erradicarla, dejemos de hacernos trampas en solitario y afrontemos la realidad de tener que convivir con ella. La misión que tienen nuestros dirigentes es investigar nuevas variedades tolerantes como ya se hizo con los cítricos, nuevas formas de cultivo que subyuguen a la enfermedad", demandan.
Y ahí endurecen el tono porque consideran que "ante el cúmulo de erráticos pasos, pedimos a la Administración autonómica que abandone de una vez una estrategia que solo ha dejado devastación, desolación y abandono". El sindicato critica así los esfuerzos del Gobierno anterior ya que "tras ocho años de arrasar almendros enfermos, pero también sanos, lo lógico sería aunar todos los esfuerzos en el control de la zona perimetral y dejar de erradicar" por eso piden "que rectifique en su afán de atajar un problema dando la espalda a los principales afectados".
En segundo lugar, exige que se autoricen productos fitosanitarios "eficaces y baratos" contra las nuevas plagas del almendro, como la avispilla.
El tercer punto se centra en que se autoricen regadíos sociales con aguas urbanas regeneradas como apoyo a los cultivos de secano amenazados por el cambio climático, sobre todo en campañas con baja pluviometría. Estos indican el trabajo que ya se está haciendo en Valencia y en Castilla la Mancha, por lo que insisten "en que en Alicante también debe hacerse, máxime si tenemos en cuenta que somos la comunidad autónoma con mayor pérdida de producción en toneladas".
El último punto es que desde la Administración se inste a la IGP Turrón de Alicante a usar almendra alicantina como base de su elaboración. "Sin duda, este cambio sería clave para recuperar y revitalizar el cultivo del almendro en nuestra provincia. El Turrón de Alicante obtuvo fama y mercado porque en Jijona y Alicante se cultivaban las míticas almendras", razonan.
El presidente de Asaja Alicante remarca que el mercado de la almendra está subiendo las cotizaciones del mercado internacional, y ya supera los 4 euros/kilo, con una tendencia al alza. "Mejora que no tendrá repercusión en miles de agricultores alicantinos porque, por desgracia, este año tenemos una escasa cosecha, debido a los graves problemas que lastramos y por los que pedimos auxilio urgente a la Administración", concluye.