¿Dónde viven los ricos?, ¿qué edad tienen?, ¿cuánto dinero gastan? y sobre todo, ¿compran para vivir o lo hacen como oportunidad de inversión? Estas son solo algunas de las preguntas a las que la agencia inmobiliaria 'Berkshire Hathaway HomeServices' ha intentado responder en un estudio sobre el perfil del comprador inmobiliario en España.

Una de las principales conclusiones de este informe es que el cliente nacional compra viviendas de lujo como una oportunidad de inversión, mientras que el extranjero lo hace como una segunda residencia para mejorar su calidad de vida y con el objetivo puesto en la jubilación.

Otro dato revelador es que el cliente extranjero gasta más dinero que el nacional. Las viviendas más lujosas, aquellas que superan los 8 millones de euros, son para el inversor internacional, mientras que en la mayoría de los casos se superan los 2 millones. Un poco por debajo se sitúa el comprador nacional, que gasta entre los 600.000 euros y 1,5 millones de euros, persiguiendo rentabilidad y con ayuda de financiación externa.

Málaga, Mallorca y Alicante

El estudio, que ha compartido en su web Idealista, muestra que el cliente nacional, de entre 35 y 60 años busca apartamentos en edificios modernos y céntricos de las principales capitales como Madrid o Barcelona. Los más jóvenes prefieren estar en barrios con movimiento y mayor oferta de servicios.

En el caso de los compradores de lujo ya jubilados, se fijan en zonas costeras como Málaga y Mallorca. Buscan zonas tranquilas y seguras, que se encuentren cerca del mar, así como grandes fincas rústicas "a modo de retiro".

El portal inmobiliario también destaca otro tipo de perfil, el de los compradores mayores de 50 años, pero que todavía están trabajando. Suelen elegir la Costa Blanca porque ofrece oportunidades laborales y a la vez es un destino ideal para descansar tras la jubilación. 

Los compradores de lujo internacional se encuentran un paso por delante del cliente nacional. 'Berkshire Hathaway HomeServices' culpa de esto a los altos tipos de interés.

Las zonas más turísticas de Marbella, Mallorca y la Costa Blanca son los destinos favoritos de los inversores internacionales. De hecho, representan cerca del 90% de las transacciones de lujo en la provincia de Alicante, sobre todo por parte de británicos, suecos y neerlandeses.

Madrid es el punto de encuentro entre compradores nacionales e internacionales. El mercado aquí ha experimentado un frenazo por parte de los españoles, pero los que compran lo hacen con propiedades mucho más caras. Sin embargo, las inversiones extranjeras siguen teniendo más peso.

En palabras del CEO de la agencia inmobiliaria, Bruno Rabassa: "España se ha consolidado como uno de los destinos más atractivos para la inversión inmobiliaria de alto nivel", gracias a la "rica diversidad en las preferencias de compra y a la distintas oportunidades que ofrece cada región".

Zonas más exclusivas

Según el portal inmobiliario Idealista, el precio medio de la vivienda en la provincia de Alicante es de 2.260 euros por metro cuadrado. Los precios han crecido en un 12,2% desde agosto de 2023.

Los precios más elevados se encuentran en municipios de la Marina Alta, como Moraira (3.896 €/m2), Benissa (3.410 €/m2) y Jávea (3.303 €/m2). Le siguen otras localidades costeras como Benitachell (3.263 €/m2), Calpe (3.034 €/m2 ) y Altea (3.021 €/m2 ).

La localidad de Rafol de Almunia ocupa el séptimo puesto con un precio de 2.940 €/m2,  y una subida del 22,5% en el último año. 

En la actualidad, Idealista cuenta con más de 56.000 viviendas a la venta en la provincia de Alicante. La propiedad más lujosa es una gigantesca villa de 600 m2 con 8 habitaciones, con unas vistas impresionantes al Balcón del Mediterráneo, y un precio de casi 14 millones de euros.

Le sigue una finca rústica ubicada en la montaña de Dénia. Dispone de 6.000 metros cuadrados, distribuidos en 10 habitaciones. Está valorada en 11,5 millones de euros.

La tercera propiedad más exclusiva de Idealista es una lujosa villa ubicada en Altea. Dispone de 11 habitaciones, varias piscinas, sala de cine, bodega y unas vistas insuperables al mar. ¿Su precio?: 9,9 millones de euros.