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La tasa de emancipación juvenil en la Comunitat Valenciana alcanzó el 16,5 % durante el segundo semestre de 2023, un ligero aumento de un punto respecto a la primera mitad del año.

Sin embargo, este crecimiento contrasta con el elevado coste del alquiler, que consume casi el 88 % del salario medio de los jóvenes, dificultando enormemente su acceso a la independencia.

Estos datos fueron presentados este lunes por Esther Martínez, presidenta del Consell Valencià de la Joventut (CVJ), y Francisco Javier Muñoz, secretario y responsable del área Socioeconómica y Derechos Humanos, en el marco del informe semestral del Observatorio de Emancipación Juvenil.

Los datos “son negativos" y "no podemos celebrar los resultados”, ha señalado Muñoz, quien ha destacado que “no se puede quitar el foco a la magnitud del problema", pues la Comunitat sigue medio punto por debajo de la cifra estatal, según el informe.

Los jóvenes valencianos destinan, de media, el 87,9 % de su salario al pago de un alquiler en solitario, siendo el 30 % el máximo recomendado por el Banco de España.

Actualmente, el precio medio del alquiler en la Comunitat Valenciana ronda los 800 euros, el más alto registrado hasta la fecha, con un incremento del 14,8 % respecto al año anterior.

Frente a estos datos Muñoz ha destacado que “es totalmente imposible que una persona joven pueda vivir sola sin ayuda; compartir habitación ya no es un acto voluntario, sino una obligación”.

La situación laboral de la juventud tampoco contribuye a mejorar el panorama, aunque la tasa de empleo ha alcanzado su nivel más alto desde 2009: más del 91 % de los jóvenes empleados son asalariados, pero estos trabajos se encuentran marcados por “la inestabilidad, la temporalidad y la parcialidad”, ha destacado Muñoz.

Ha aprovechado para denunciar los discursos que responsabilizan a los jóvenes de su situación, como si se tratara de una falta de esfuerzo: “La realidad es que la juventud está comprometida y formada, pero el sistema no funciona”.

A nivel autonómico, la emancipación presenta importantes diferencias por provincias. Castellón la lidera debido a sus precios más asequibles, mientras que Valencia y Alicante se sitúan por detrás, siendo la capital la zona más tensionada.

En cuanto a las formas de emancipación, el 50,9 % de los jóvenes opta por el alquiler, mientras que un 37,5 % lo hace a través de la compra, aunque en este último caso más del 20 % se encuentra hipotecado; para acceder a una vivienda en propiedad, un joven necesitaría ahorrar “el equivalente a 3,9 años de su salario íntegro para cubrir la entrada”.

Martínez ha afirmado que la responsabilidad no es de la gente joven -“nos encontramos con una juventud comprometida y trabajadora”, ha valorado- sino que se trata de un “problema estructural”, y por ello desde el Consell Valencià de la Joventut se ha hecho hincapié en la necesidad de que las instituciones adopten medidas efectivas para afrontar esta “situación insostenible”.

Entre las propuestas planteadas destacan la regulación de los pisos turísticos, el establecimiento de límites al precio de los alquileres en zonas tensionadas y la ampliación del parque público de vivienda.

Además, exigen el aumento del salario mínimo adaptado al coste de vida actual y la aprobación del Estatuto del Becario para evitar la “precarización laboral” de los jóvenes.