Alicante

"Hay que desarrollar es la especialización". Así de firmes se muestran Vicente Armengol y Paqui Díaz de la asociación de comerciantes Corazón de Alicante para recuperar a los compradores foráneos del mismo modo que se les ha atraído con la oferta de ocio. Y, aunque saben que el camino es difícil y necesita apoyo de la Administración, están convencidos de que la ciudad "tiene la mejor ruta de eventos provincial".

Armengol y Díaz se muestran convencidos de ello mientras toman un desayuno en una cafetería de la calle Castaños. Sus negocios están especializados ya precisamente en ese sector. Y están acostumbrados a tratar con clientes de otras poblaciones, ya sean del interior o de la costa. 

"La gente que viene, viene buscándote", cuenta Díaz. Reconoce que en el caso de ambos, el sector de la ceremonia, "es más especial" que en negocios de otro tipo. Pero reitera que cree en ello como una alternativa de mercado cuando el comercio electrónico ha apartado clientela. "Lo que creo es en esas profesiones más especializadas, como la artesanía, porque en internet no tenemos tanto rival".

Las perspectivas van mejorando. "Este año la gente ya ha aprendido que tiene que convivir con el virus", prosigue Díaz. Las bodas se están planificando de nuevo, igual que las comuniones. "Hay que afrontarlo y hacer la vida de antes, o intentarlo", afirma. Y ahí la apoya Armengol que lo ejemplifica con el asumir que "las bodas ya no son tan grandes". "O que las haces entrando con pruebas", concluye ella, "la gente tiene ganas de cambiar".

Ocio, restauración, cultura

La calle Castaños representa también la transformación del modelo comercial al de ocio y restauración, como en atraer público foráneo. Estos sectores, sostiene Armengol, "son buenos compañeros porque es necesaria esa simbiosis para nosotros. Y siempre ha sido así". 

Eso no tapa que el empuje de unos, aparta a otros. "Esta calle era un centro comercial", explica Díaz, "pero al ir desapareciendo ese comercio se ha ido implantando la restauración". Los últimos en marcharse, indica, lo hicieron por sentirse solos junto a una oferta potente en ocio.

La idea de centro comercial al aire libre, con una oferta variada y complementada, es el objeto del deseo. De momento, eso ha funcionado muy bien para ese ocio y restauración. Sectores que, con dinero fresco en las manos, pueden decir a los propietarios que pagan hasta tres veces más, apunta Armengol.

Alquileres

Si la reactivación económica en pandemia la consideran una realidad, el tema del alquiler aún escuece. "El gasto corriente no es el mismo que el de la franquicia", subraya el presidente de la asociación. A lo que Díaz completa que "nosotros somos lo que somos. Somos uno".

E igual que saben enumerar los muchos comercios históricos que se extinguieron, conocen a los compañeros que han tenido que cambiar de local tras el parón inicial de la pandemia. "Porque después de dos meses cerrados, al final son meses que va adeudando y no se ha tenido compasión", recuerda. Por eso asegura que "el propietario debe de vernos como socios".

Una visión que ve más fríamente Díaz: "Somos pagadores". Si bien reconocen que los ha habido considerados, dada la situación, "no es así en todos los casos". Y si no hay una comprensión o esa colaboración que mencionaban, "es inviable" en la actualidad. 

En 2020 ya plantearon como alternativa la creación de la Comunidad del Casero Responsable. Una figura que propusieron de emergencia para que participaran "todos aquellos propietarios y empresas que gestionan locales e inmuebles comerciales en estos momentos sin actividad".

Apoyo local

Ese listado, razonaban entonces, recibiría el apoyo de la Administración local "a través de los impuestos locales, IBI y basuras". Ahora siguen pidiendo una participación más activa: "La Administración debe de ayudar al comercio de proximidad. Porque seguimos siendo referentes en la provincia".

Ideas tienen. Les falta un contacto más directo. "Los políticos solo vienen a buscarnos cuando hay que votar", lamenta Armengol. Y a pesar de ello, siguen intentándolo. "Nuestro último intento fue que el comercio esté en el Patronato de Turismo", cuenta. Y no salió adelante.

"Todavía hay muchos comercios en ese centro tradicional y nosotros sí que ponemos en valor al resto", destaca. Ya sea "para que la gente sepa dónde ir a comprar, los museos que hay que ver o los atractivos como el Principal y el Mercado Municipal". Pero " ¿y quién nos pone en valor a nosotros cuando somos los grandes castigados de su pandemia?".

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