En un verano con récord de llegadas de viajeros a la provincia de Alicante, ¿cómo se está transformando la capital? Los comerciantes del centro valoran el fin de la desestacionalización y la importancia del turista que sí piensa en comprar en las tiendas físicas durante su visita.
Los ejemplos se acumulan para el presidente de la asociación Cor d'Alacant, Vicente Armengol. Justo al preparar este reportaje una pareja entra con la intención de comprar un traje para él. Con casi dos metros de altura y espalda atlética, no todo se ajusta al físico del comprador. Pero encuentra un modelo que le interesa, ¿podrá comprarlo?
Armengol destaca una de las ventajas para el comprador de fuera de la Unión Europea al visitar Alicante: estar libre de impuestos. "Es para desgravarse un 21 % y puede ser lo que marque la diferencia para que entre a comprar el extranjero", remarca.
Esta opción no vale para todos los turistas que visitan la ciudad, pero el ejemplo vivido representa la utilidad que tiene una herramienta poco usada como gancho. "Hay muchos pequeños negocios que no lo tienen y es un error no tenerlo porque no tiene ningún coste para los comerciantes".
Adoptar estos sistemas en el comercio refleja la importancia que está teniendo este mercado en las tiendas. "Para nosotros es una gran ayuda y un gran apoyo", recalca, "esta gente extra que estamos teniendo, pues nos viene, la verdad, que muy bien".
Armengol puntualiza que esta gran afluencia de nuevos compradores en la ciudad no está suprimiendo un tipo de negocios en favor de otros. "Lo que estamos viendo es que los comercios se van adaptando a esta nueva evolución de la ciudad", apunta, "muchos de ellos extendiendo y ajustando sus horarios para dar mejor servicio a estos clientes".
Eso se traduce, como detalla, más que en una mayor apertura de festivos, en tener las tiendas abiertas al mediodía o primera hora de la tarde. "Hay que ponerse con su mentalidad: comen pronto, terminan pronto y cuando nosotros, a lo mejor, vamos a cerrar es cuando salen después de comer a hacer sus compras, su último paseo".
Entre los asociados que se han adaptado a este ritmo menciona casos como el de vendedores de turrones y otras especialidades de Alicante hasta una tienda dedicada a los cómics manga y sus figuras. Eso sin que se olvide Armengol de citar los dedicados al textil o el calzado.
Armengol, también presente en otras asociaciones y federaciones de comercio, celebra los resultados de una estrategia fruto de la "buena relación de las concejalías de Comercio y Turismo".
"Esta ciudad es una ciudad de servicios y una cosa que siempre hemos puesto en valor nosotros es que el comercio evidentemente es turismo. Y quien no lo quiera ver, pues que no lo vea. Pero somos una pata muy importante de esta ciudad, del PIB de esta ciudad, de esta comunidad y de España", remarca.
Entonces ¿la llegada del turista ha hecho que se salven los comercios de Alicante? Armengol responde concluyendo que "a buen número de ellos nos viene, o les viene, muy bien la cifra de negocio que puede apoyarse a través del turismo. Claro que sí, no van a ser los grandes salvadores, pero una piedra importante, y cada vez más, en el volumen de negocio de nuestra ciudad".