Investigadores de la Universidad Miguel Hernández (UMH) han desarrollado una técnica "pionera en el mundo de la medicina" para implantar microelectrodos en el cerebro de personas ciegas de manera menos invasiva y más precisa con la ayuda de un robot quirúrgico, según ha informado este martes la institución académica en un comunicado.
Esta técnica, desarrollada en colaboración con el Hospital IMED de Elche y con el Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante (ISABIAL), utiliza el robot 'Stealth Autoguide' de Medtronic y un sistema avanzado de neuronavegación que permite al personal de neurocirugía realizar el implante de forma mínimamente invasiva.
"Aunque ya se han obtenido resultados esperanzadores, se trata de una investigación en progreso que todavía no está lista para aplicar al público en general", señala la nota de prensa.
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Los implantes de matrices de microelectrodos en el cerebro humano sirven para estimular de forma controlada la corteza visual de personas que han perdido la visión total o parcialmente debido, por ejemplo, al glaucoma o la retinosis.
El equipo de investigadores liderado desde la UMH ha realizado con éxito la primera implantación de microelectrodos cerebrales en una persona ciega empleando este nuevo procedimiento en el Hospital IMED de Elche y espera poder usar esta técnica pionera en los próximos voluntarios ciegos que colaboren en su investigación. El trabajo ha sido publicado en la revista 'Journal of Neurosurgery', según el comunicado de la UMH.
La nueva técnica se enmarca en un proyecto dirigido por el grupo de Neuroingeniería Biomédica del Instituto de Bioingeniería de la UMH.
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El proyecto consiste en desarrollar un nuevo implante cerebral que, a través de los microelectrodos, pueda ayudar a personas ciegas o con baja visión residual a mejorar su movilidad e incluso, de una forma más ambiciosa, a percibir el entorno que les rodea y orientarse en él.
"Esta tecnología implica poder acceder de manera segura a la superficie del cerebro", ha explicado el director del proyecto y miembro también del Centro de Investigación Biomédica en Red en Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina, Eduardo Fernández.
Con este fin, "llevamos varios años trabajando en la mejora de las técnicas quirúrgicas de implantación de matrices de microelectrodos cerebrales en estrecha colaboración con el Servicio de Neurocirugía del Hospital General Universitario de Alicante y el Hospital IMED de Elche".
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Ha añadido que la nueva tecnología que han desarrollado "también ha contado con la colaboración de Medtronic, una compañía líder en el sector de las tecnologías médicas, y de Germán Sempere y la empresa 3DNeurotrainer de Ibi, que creó una réplica exacta de la cabeza del paciente voluntario para poder realizar una planificación avanzada de la cirugía".
Esta es la primera vez que se realiza un implante de este tipo de microelectrodos con la ayuda de un robot quirúrgico, ha revelado el profesor Eduardo Fernández.
"Los resultados son alentadores, ya que esta técnica permite realizar la implantación de una manera más precisa y menos invasiva, lo que mejora los resultados clínicos y reduce los riesgos de complicaciones", han señalado el experto.
Por su parte, el doctor Pablo González, coordinador del equipo de neurocirugía que ha realizado la intervención, también ha destacado que el sistema robótico permite guiar la inserción de los electrodos y practicar la cirugía a través de un pequeño orificio milimétrico, lo que evita tener que realizar una craneotomía o apertura del cráneo.
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Los investigadores explican que el robot permite ajustar la posición y la orientación de los microelectrodos en tiempo real y de una manera muy precisa, lo que reduce el daño a las estructuras cerebrales. Para ello, utilizan un sistema similar a un GPS que se basa en las imágenes obtenidas previamente por resonancia magnética y tomografía computarizada.
La precisión que se consigue con esta técnica, mínimamente invasiva, hace que las personas que participan en el estudio puedan ser dadas de alta de forma precoz y tengan muchas menos molestias que en un postoperatorio normal. Además, incide de manera positiva en la calidad de las percepciones visuales inducidas por los microelectrodos implantados, según el comunicado de la UMH.
El estudio ha sido financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y por la Comisión Europea dentro del programa H2020, en el marco de los proyectos NeuraViper y ENTRAINVISION.